Me llamo Carolay, vivo en Barcelona y soy madre y superviviente de abuso sexual en la infancia. Cuando lo sufrí por primera vez, no fui consciente de ello, ni sabía que eso haría que, en un futuro, me convertiría en presa fácil para los otros abusos que sufrí durante mi infancia y adolescencia, así como en la adultez.

Poco a poco fui sanando y, con muchísima curación interna, llegué a lo que soy hoy: madre, superviviente y experta en la prevención de abusos en la infancia. Actualmente me dedico a dar cursos a madres y padres con el objetivo de que tengan una información clara para poder identificarlo, así como herramientas de prevención, siempre desde la calma, creando hábitos diarios de prevención de manera natural.

Cuando empecé a formarme y a investigar sobre el tema, me di cuenta de que hay muchísima información sobre el abuso sexual infantil, pero suele ser dirigida a los profesionales, usando un lenguaje muy técnico. Cuando veo esta información como madre y como superviviente, todo eso me suena a lejano, y a la vez me produce angustia. Es un tema muy delicado y, si los padres no entienden lo que les están diciendo, se complica todo más.

Por eso creo que hace falta hablar el mismo idioma que hablamos las madres. Hay mucha información que se puede dar a las madres para poder prevenir todo esto, más allá de datos y tecnicismos. Es importante dar las herramientas correctas para llevar una crianza consciente. No olvidemos que es el entorno de crianza lo que hace que los niños y niñas sean vulnerables.

Estos últimos años también he visto que muchas veces se da más protagonismo al abusador que a la víctima, hay más tendencia a sentir rabia hacia el abusador que focalizarse en ayudar y acompañar a la víctima. Por eso en mis cursos suelo decir que una persona que sufre es una persona que ocasiona sentimiento, para tenerlo en cuenta a la hora de dar un enfoque. A mí me sirvió mucho para poder sanar.

Para poder trabajar en la línea que he explicado, creo que toda esta información de base debería estar en la currícula de todas las escuelas, debería ser algo obligatorio. No solo lo digo yo, también lo dicen muchos padres y madres que acuden al curso y que además son docentes.

La metodología que se sigue dando actualmente en los colegios, sobre todo en Educación Infantil, son currículas que hacen vulnerables a estos niños ante el abuso, no solo el sexual, sino también a una serie de abusos como el acoso escolar. Son metodologías basadas en el autoritarismo y en la obediencia absoluta del niño hacia la persona autoritaria.

Es por esto que me quiero dirigir a los miembros del Congreso de los Diputados para que se establezca un protocolo por el que sea obligatorio que en todos los centros educativos se dé la información y las herramientas necesarias para prevenir el abuso sexual infantil, tanto para los padres y madres como para los docentes.

Nos encontramos en una situación contradictoria: por un lado, las madres que se han informado pueden estar haciendo prevención en sus casas, pero luego en el colegio se hacen cosas opuestas. Por supuesto, no digo que se haga con malas intenciones, pero creo que en muchas escuelas sigue habiendo un modelo educativo anticuado, e incluso un poco autoritario, que los hace vulnerables.