"Un sistema financieramente sostenible, a la vez que diferente al vigente."
Efectivamente. El PNV ha planteado a la sociedad vasca y navarra la posibilidad de un sistema propio de Seguridad Social y Pensiones atendiendo a los principios de un sistema de protección sostenible, suficiente en su cuantía de protección, público, irregresivo, público y gestionado por las propias Instituciones públicas vascas y navarras. La iniciativa parte del análisis realista de la situación actual del déficit del Sistema Público de Pensiones del estado español (13.000 M de euros).
Su implantación y gestión correspondería a una Agencia Pública gestora de la totalidad de las prestaciones que incluiría labores de trasparencia y control independiente con funciones de análisis, observación y prospectiva, aseguramiento, financiación, ejecución y control del Sistema Vasco de Seguridad Social inserto en un modelo más amplio de protección social de Euskadi.
Tanto el estatuto de Gernika (Artículo 10.12) como el Amejoramiento (Artículo 44.17) tienen reconocida la competencia exclusiva de la Asistencia Social. Asimismo, tienen las competencias en gestión del régimen económico de la seguridad social y previsión social.
Hace usted muy bien en plantearse la gran complejidad de todo este asunto aunque sólo sea por la gran necesidad de transformar todo un confuso entramado legal habida cuanta del panorama de déficit y colapso que los propios gestores y defensores ofrecen. Caótica situación que compromete una atención y protección de calidad de una población con una esperanza de vida alargada, con una incorporación al mundo del empleo tardía y que deteriora sus expectativas de prestaciones futuras para un largo período de vida fuera del empleo.
La ponencia del PNV considera como factores a considerar en el modelo de gestión autónoma de la Seguridad Social vasca lo siguientes: 1) Horizonte demográfico; 2) Gasto en pensiones; 3) Ratio activos vs pasivos; y 4) Gestión y posición financiera. Y por supuesto que se debe de abordar la evolución futura en su sostenibilidad y revaloración.
Todo lo anterior implica que la construcción de un marco propio de seguridad social no puede hacerse desde posiciones teóricas solamente sino desde la practicidad que supone cerrar un acuerdo de traspaso del régimen económico de la seguridad social digno y de lectura estatutaria generosa para, posteriormente, y en base a los avances en el autogobierno ir estableciendo un marco propio que dé satisfacción a las necesidades de seguridad social propia para Euskadi y Navarra.
En un orden tanto temporal como sustantivo, la protección de nuestras contingencias, con nuestra ratio de desempleo (al día de hoy la mitad del Estado) y nuestro alto porcentaje de cotizantes por bases máximas de cotización, así como el tejido empresarial y estructura económica diferenciada en nuestro País, podría permitir la articulación de un sistema financieramente sostenible, a la vez que diferente al vigente.
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