Mi nombre es Mara, y hace dos años y medio me quedé viuda con 33 años. Escribo en osoigo para dar visibilidad a la importancia del acompañamiento psicológico durante el proceso del duelo y para dar normalidad a algo tan natural como es la muerte de un ser querido. En 2018 le diagnosticaron a mi marido un cáncer infantil muy poco común para el que no existe tratamiento ni cura. El pronóstico no era nada bueno, de repente tenía que hacerme a la idea de que en menos de un mes mi marido iba a fallecer. Ese angustioso mes pasaron a ser 15 meses de vida hasta que al final se despidió de la vida. Durante estos meses vivimos nuestro amor cada día con la mayor de las intensidades, pero también con muchísimo sufrimiento por lo que conlleva esta enfermedad.

Empezar una vida desde cero borrando todos esos planes que tenía en pareja no ha sido nada fácil. El vacío que dejó en mí siempre estará conmigo, pero he aprendido a vivir con él y a llenar mi vida con cosas que también me hacen feliz. Siempre he dicho que para mí ha sido fundamental la ayuda psicológica que he tenido durante el proceso acompañado del deporte. Un psicólogo no iba a quitarme mi dolor pero sí me iba a dar las herramientas necesarias para comprenderme y gestionar ese dolor. 

El tabú que gira en torno a la muerte y al duelo nos hacen a veces hacer comentarios fuera de lugar con la intención de consolar.  No nos enseñan a dar consuelo ni a ayudar a personas que sufren una pérdida. Acompañar, en silencio, es de las mejores cosas que puedes a hacer por alguien que sufre un duelo. También está la parte de que mucha gente no entiende que estés bien, que sonrías, que te esfuerces en seguir adelante, en salir, cuando lo "normal" debe ser dejar que la pena te consuma, llorar sin parar y no salir. No tiene que ser así, hay que esforzarse cada día, ponerle ganas a la vida, saberse escuchar y respetar. Pero, sobre todo, en un duelo lo que hay es un aprendizaje enorme de tu visión frente a la vida. 

Siempre he hablado abiertamente de la pérdida de mi marido y creo que es de las cosas que más me ha ayudado a superarlo, junto con ir a terapia. Por eso siempre digo que el acompañamiento psicológico es fundamental en un proceso de duelo, que depende mucho de ti volver a estar bien, pero que con la ayuda necesaria todo es más llevadero. Porque hasta compartir tu dolor con otras personas es de ayuda en el proceso.