Hola, Soy Marcos Cerdán, tengo 22 años y soy celador. Mi trabajo consiste en agilizar todos los procesos sanitarios de un hospital, desde traslados de pacientes hasta cuidado psicológico, sobre todo, en estos tiempos de pandemia. Mi labor, como la de todos los celadores españoles, es fundamental dentro de cualquier centro médico y me gustaría que las instituciones le den la importancia que se merece. 

A lo largo de este último año, la sociedad se ha dado cuenta de la existencia de los celadores en los hospitales y cada vez son más personas las que agradecen de forma pública nuestro trabajo. Sin embargo, este mensaje parece no calar en las instituciones políticas, ya que nuestras condiciones laborales no son las que requerimos. 

Las peticiones de nuestro colectivo son generalmente cuatro:

En primer lugar, me gustaría pedir, en nombre de todos, que se nos reconozca como personal de alto riesgo, porque todavía no se nos considera profesionales sanitarios de primera línea. Un ejemplo claro es la tardanza que hubo en el abastecimiento de EPIS para los celadores, fuimos los últimos en recibir estos equipos de protección individual frente al COVID-19.

La segunda se basa en la creación de un grado medio en la enseñanza pública para formarnos como profesionales sanitarios y poder obtener una titulación oficial. Actualmente, nuestra única formación son las oposiciones y, en algunos casos, cursos en academias privadas que no todo el mundo puede costear. 

En relación con la anterior, nuestra tercera demanda es la manera de baremar las oposiciones. No consideramos justo que siendo privados todos los cursos disponibles para celador, estos sumen puntos a la hora de entrar en la bolsa de trabajo. Por este motivo, hasta que exista una formación pública de nuestra área, pedimos que la bolsa de empleo funcione únicamente por nota en el examen de oposición.

La última petición es que los sueldos de los celadores en todas la comunidades sean equitativos. Desempeñamos las mismas funciones en todas las comunidades autónomas, por lo que no entendemos la gran diferencia en el rango de sueldos entre autonomías. 

Por tanto, me dirijo al Senado para trasladar nuestras peticiones a una institución que pueda solventar todas las trabas con las que nos encontramos los celadores durante nuestra carrera como profesionales de la salud. También quiero mandar un mensaje de concienciación sobre el coronavirus. No me parece justo que mientras los sanitarios estamos salvando vidas dentro de un hospital, por la ventana observamos cómo muchas personas no cumplen con las medidas establecidas. Y ya, para acabar, quiero dar las gracias a todos los ciudadanos que se toman en serio toda esta situación y que nos facilitan el camino a los que la sufrimos en primera línea.