Mi nombre es Margarita, tengo 57 años y una minusvalía del 80%. Con esta campaña, quiero, desde mi propia experiencia, exponer y denunciar el desamparo en el que nos encontramos las personas de entre 35 a 65 años con discapacidad respecto a la vivienda.

Las personas de este colectivo nos encontramos ante grandes dificultades para conseguir una vivienda digna y adaptada que nos permita ser autosuficientes. Las únicas ayudas a las que tenemos  acceso son aquellas relacionadas con la vivienda pública. En Barcelona, donde resido,  se trata de las Viviendas de Protección Oficial y aquellas sorteadas por el Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación (IMHAB). Sin embargo, acceder a estas, especialmente cuando no tienes derecho a otro tipo de ayudas según la edad ( es decir, ayudas a la tercera edad o a la juventud) es demasiado complicado. Primero, porque los requisitos son en muchas ocasiones estrictos, segundo, por los trámites burocráticos y  la falta de transparencia o comunicación por parte de las administraciones y por último, porque los pisos adaptados reservados a personas con movilidad reducida son todavía muy pocos. 

La gran problemática reside en que encontrar un piso adaptado, así como un edificio, de otra manera, sin depender de la administración, es casi imposible y sobre todo nada asequible. Yo, que soy usuaria de silla de ruedas, no cuento con una vivienda adaptada y salvo en la limpieza ( que cuento con una ayuda) por la disposición de mi casa así como la del edificio, me es muy difícil realizar las tareas cotidianas y conseguir ser realmente autónoma. Estoy a la espera de poder optar a una vivienda pública adaptada, pero hasta ahora, ha sido totalmente imposible. 

Quiero destacar, que mi realidad es común a la de miles de ciudadanos con movilidad reducida y discapacidad y por ello, resulta muy importante entender la necesidad y relevancia de garantizar viviendas accesibles y asequibles para todas las personas que así lo necesiten.

A pesar de que se han hecho mejoras, sigue sin ser suficiente. En España, la vivienda sigue dando la espalda a la accesibilidad. 

Por ello, y con todo lo aquí plasmado, quiero dirigir esta petición a los representantes del Parlament de Catalunya, para que, por favor, tengan en consideración esta realidad y escuchen mi caso. 

Pido desde aquí la máxima difusión y apoyo a esta campaña. ¡Gracias a tod@s!