Las pastelerías eróticas llevan funcionando desde hace años, sin embargo, muchas mujeres estamos preocupadas por el auge que han tenido en los últimos meses. En ellas se suelen presentar figuras de mujeres desnudas o sus partes íntimas que se venden a los clientes con frases como “¿la prefieres negra o blanca, con la vagina depilada o con vello púbico?”. En las formas de presentación de estos productos siempre encontramos estereotipos sexistas y denigrantes para la mujer, ¿qué podemos hacer para luchar contra ello?

Por desgracia esto no es nada nuevo, las mujeres siempre hemos sido cosificadas tanto en Internet con los vídeos y películas eróticas como en la calle con los escaparates de sexshops, lencería o incluso souvenirs. ¿De verdad es necesario que los niños y niñas crezcan viendo esto?

Tenemos que proteger a los más jóvenes de estos estímulos. Actualmente vemos muchos locales de este tipo en los que se forman largas colas de adolescentes locos por subir a sus redes sociales fotos con sus “vaginas” o “penes” comestibles. 

Vivimos en un mundo sumido en la pornificación de la cultura, es decir, la más absoluta normalización de la violencia sexual hacia las mujeres. Desde muy pequeños -con tan solo 8 años- los niños ya empiezan a ver películas porno en las que se “banaliza el sexo” y se “discrimina y violenta a la mujer”. 

Los niños crecen con esta imagen de la sexualidad y después es muy difícil combatirla. No podemos seguir perpetuando todo esto. Hay que acabar con la cosificación de las mujeres y niñas. Necesitamos una normativa más fuerte con los locales que tengan publicidad sexista en sus escaparates. Además, tenemos que acabar con los concursos de belleza machistas que, desde niñas, crean una imagen estereotipada de la mujer y promueven competiciones entre ellas. 

Lanzo esta petición a las instituciones para que tomen cartas en el asunto. Basta ya de denigrar a las mujeres, tenemos que hacer algo para combatirlo.