Soy Mari Codina, una madre afectada por las actuaciones de la Direcció General d’Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA). En julio del año pasado me separaron de mi hijo injustamente y desde entonces, y tras todo lo vivido, lucho cada día por sacarlo de ahí. Entre otros, ahora estoy recaudando para afrontar los gastos jurídicos incluyendo nuestro propósito de que mi hijo logre la emancipación.  Con esta campaña, tanto yo como muchas otras familias afectadas, queremos reivindicar y denunciar ciertas actuaciones y situaciones que rodean a la DGAIA. 

En primer lugar, es necesario que la retirada de tutelas esté avalada por la justicia, es decir, que deje de ser un mero trámite administrativo donde toda la competencia la tengan solo los técnicos, y pasar a ser algo revisado inicialmente por la justicia, por un juez/a. Esto es importante porque a lo largo de los años se han visto muchos casos de retiradas injustas o precipitadas a los cuales finalmente la justicia ha acabado dando la razón a las familias. Además, el hecho de que la única forma de revocar la decisión de la DGAIA sea por vía judicial supone un gran obstáculo para las familias, primero porque no todo el mundo tiene los recursos económicos suficientes y segundo, por el proceso en sí, y lo doloroso, largo y frustrante que puede llegar a ser. 

Por esto, urge cambiar la forma de actuar, otorgando primero más apoyos a las familias antes de decidir si retirar la tutela y separar a los niños de sus familias y después ofreciendo la posibilidad de que las familias puedan defenderse a través de un abogado. 

En segundo lugar, es de extrema importancia visibilizar las condiciones en las que se encuentran los menores en los centros de acogida. Desde mi propia experiencia, mi hijo en su centro se encuentra mal atendido. Está desnutrido, no le dejan ponerse en contacto conmigo y le coaccionan para no hacerlo, está en un estado psicológico cada vez peor, y aun así no le proporcionan ningún tipo de ayuda psicológica o médica. Más de la mitad de los niños y niñas tutelados en Cataluña se encuentran en alguno de estos centros, por eso es urgente que la situación cambie y que mi hijo pueda salir de ahí. 

Pero lo más importante es que un servicio social como es la DGAIA debería trabajar y mediar para facilitar que los menores vuelvan con sus familias y no poner obstáculo tras obstáculo, no ser transparentes, no abogar por el contacto con la familia… En definitiva, cuando un modelo como este es criticado por tantas familias y asociaciones e incluso profesionales, significa que NO funciona y que, finalmente, a quien más perjudica es a los menores. 

Por eso, y con todo lo aquí plasmado, queremos dirigir esta petición a los representantes del Parlament de Catalunya para que, por favor, escuchen nuestras reivindicaciones e insten de manera urgente a las instituciones y administración responsables de cambiar los procesos de retirada de tutela así como mejorar y controlar las condiciones en las que viven los menores en los centros de acogida. 

Pedimos desde aquí la máxima difusión y apoyo a esta campaña. Gracias a tod@s.