Pregunta para Cortes de Castilla y León
Soy María Jesús y he pasado por un cáncer de mama. ¿Cuándo se van a destinar más recursos para la investigación de tratamientos menos agresivos? ¿Por qué no hay un servicio de ayuda doméstica para los pacientes?
Mi nombre es María Jesús y he atravesado un cáncer de mama. Una de mis tías fue diagnosticada de este mismo cáncer, y como yo tenía ya una edad iba a mis revisiones periódicas. Todas salían bien, sin nada muy relevante.
A los seis meses de la última mamografía empezó a dolerme mucho la mama izquierda. Mi marido insistió mucho en que volviera al médico, así que al final fui. Aunque me acababan de hacer una mamografía pidió que me hicieran otra.
Al ver los resultados vieron que había algo, por lo que decidieron punzar. En un principio pensaban que no era nada malo. Pero resultó que se trataba de un tumor. Me operaron, pero en los resultados de las muestras vieron que el pecho no había quedado limpio del todo, por lo que me tuvieron que volver a operar.
Una vez que se aseguraron que la zona estuviera limpia empecé con el tratamiento: quimioterapia y radioterapia.
Creo que es fundamental que se inviertan más recursos en investigación, sobre todo de nuevos tratamientos que sean menos agresivos. Yo estoy muy contenta con el trato que he recibido por parte de todos los médicos, pero el tratamiento tiene muchos efectos secundarios. Ahora mismo tengo mucho miedo a una recaída.
También me gustaría que hubiera un servicio de ayuda doméstica. Durante el tratamiento yo me encontraba muy mal y muchas veces casi no tenía fuerzas para nada. Sin embargo, mi hija tenía 7 años y requería muchos cuidados. Yo contaba con la ayuda de mi marido, que desde el primer día me dijo que íbamos a salir de esto, pero él además de cuidarme y ayudarme se tenía que irse a trabajar.
Había que llevar a la niña al colegio, había que cocinar, hacer tareas domésticas, ayudarla con los deberes… eran muchas cosas y muchas veces se me venía el mundo encima. Mi obsesión era que mi hija estuviera bien cuidada, y conté con la ayuda de mi marido y de algunos vecinos y amigos, pero creo que es necesario que se ofrezca esta ayuda por parte del estado.
Por último, creo que es necesario que no se utilice el lenguaje bélico para referirse a los pacientes oncológicos, no somos guerreras ni supervivientes. Somos personas que han atravesado o están atravesando una enfermedad. No nos hemos salvado de milagro, nos salvamos gracias a los tratamientos y los médicos.
Me gustaría que las Cortes de Castilla y León se hicieran eco de estas peticiones.