Me llamo Mariluz y soy madre de una alegre y simpática niña de 4 años de edad, Sofía, una luchadora que pasó el primer año prácticamente ingresada en el hospital a causa de varias enfermedades respiratorias. Se la notaba constantemente desganada, pero lo achacamos a las consecuencias de su delicada salud, hasta que llegó a la Escuela Infantil y nos llamaron la atención sobre su comportamiento.

Sofía no conseguía seguir las rutinas que realizaban sus compañeros, no prestaba atención en las actividades, no tenía interés, ni seguía al grupo con su mirada… comenzamos a preocuparnos y buscamos respuestas. Diagnóstico: Trastorno del desarrollo, con un gran déficit en comunicación y relaciones sociales, por lo que necesitaba lo antes posible Atención Temprana en psicoterapia, logopedia y motricidad.

Ha pasado casi un año de esta valoración, y todavía estamos esperando a que nos asignen una plaza de la Comunidad de Madrid. Todas las ayudas que recibe nuestra hija en la actualidad, salen de la economía familiar y del dinero que nos presta nuestra familia. Un apoyo imprescindible para su desarrollo, al que no se le presta atención en el sector de la educación. 

En los colegios ordinarios es muy complicado que reciba los recursos necesarios para mejorar su evolución, o lo más importante, no sufrir retrocesos. De nada sirven los informes médicos que determinan que Sofía necesita un PT (Pedagogo terapéutico) y un AL (audición y lenguaje), si la Consejería de Educación no pone los medios adecuados para su asignación. Solo saben abrumarnos con su tediosa burocracia para conseguir los recursos que estos niñxs demandan para tener una educación digna y en igualdad, como la de cualquier otro pequeño de su edad. 

Es por ello que lanzamos esta petición, es inadmisible las largas esperas que sufren las familias para poder ayudar a avanzar a su hijxs. Incluso muchas de ellas no cuentan con los medios económicos necesarios para atenderles, es vergonzoso el tiempo tan valioso que se pierde para mejorar su futuro.

Necesitamos que se nos escuche, ya sufrimos bastante con la incertidumbre de no saber cómo evolucionarán, que no podemos sumarle la angustia de saber que no estamos dándole todo lo que necesitan para ayudarles. Una orientación educativa de calidad que garantice el derecho a la igualdad de oportunidades.