Hola soy Iria, mamá de Gael, un pequeño de 3 años con TEA (Trastorno del Espectro Autista). Escribo este texto en osoigo para reivindicar la igualdad de derechos para todos los niños, ya que me he encontrado últimamente con varios problemas que me han hecho darme cuenta de la falta de inclusión de los niños con necesidades especiales en los servicios públicos.

Este curso escolar ha sido muy duro, puesto que he sufrido mucho con la falta de atención a las necesidades especiales que tiene Gael (ya lo he cambiado de centro educativo de cara al próximo curso escolar) y por la falta de empatía tanto con el pequeño como con nosotros, su familia. Pero no vengo aquí a detallar esto, sino el problema que he tenido con los servicios públicos a la hora de apuntar a Gael a un campamento de verano.

El pasado 11 de junio pregunté si podía inscribir a Gael a un campamento de verano de 15 días que organiza y subvenciona el Concello de Pontevedra, sin embargo, me dieron negativas y me dijeron que podía probar suerte, pero que lo más probable era que no aceptasen mi solicitud. 

Entiendo que los recursos que se invierten en este tipo de actividades no son infinitos, pero si realmente se quiere conseguir una inclusión verdadera, las partidas presupuestarias destinadas a estos temas deberían ampliarse para que los niños como Gael puedan disfrutar de estas actividades como el resto de pequeños. Digo esto, porque cuando me puse en contacto con la organización que lleva a cabo este campamento, me dijeron que durante esos 15 días no había ninguna actividad adaptada para casos como el de mi hijo y que tampoco podían estar cambiando pañales (Gael todavía no controla sus esfínteres, estamos trabajando en ello).

Todo esto que me dijeron me lo enviaron por escrito y me dirigí al Concello de Pontevedra. Fui también al departamento de Igualdad y me dijeron que era un tema que no tenía nada que ver con ellos. No recibí respuesta por parte de ninguna institución y empecé a realizar muchas llamadas para insistir en mi caso. Finalmente, se puso en contacto conmigo el Concello de Bienestar, con quien me reuní el viernes y todavía no he recibido noticias.

Yo, personalmente, ya doy este campamento como perdido, pero espero que llevando a cabo estas acciones se tengan en cuenta mis peticiones para futuras actividades públicas organizadas en Pontevedra.  Además, tengo constancia de que mi caso no es aislado. Todas las familias con necesidades especiales nos vemos afectadas por la falta de recursos públicos que garanticen una inclusión real de nuestros hijos. Por este motivo me dirijo a los políticos del Parlamento de Galicia para pedirles, por favor, más inversión en inclusión. Que tengan en cuenta mi caso y el de otras muchas mamás que nos encontramos en situaciones difíciles por el simple hecho de pedir igualdad de derechos para nuestros pequeños.