Mi nombre es Marta y estoy diagnosticada de un Linfoma de Hodgkin. A principios de octubre del año pasado, me empezó a salir un bulto en el cuello. No le di mucha importancia porque pensaba que era por llevar mucho peso en la mochila o por el estrés.  

Sin embargo, me acordé que hace unos dos años le diagnosticaron cáncer a una chica, y lo supo porque le había salido un bulto en el cuello. Así que empecé a darle muchas vueltas y como me dolía decidí ir al médico. 

Lo catalogaron como diagnóstico extraño y me dijeron que debería hacerme unas pruebas. Al principio solo me dijeron que era un ganglio hinchado, pero que había que ponerle apellidos a esa hinchazón. Me sacaron sangre pero en los resultados no salió nada. 

La segunda opción era hacer una biopsia en el cuello. Esta biopsia no aclaraba mucho la situación. Decidieron trasladarme al Vall d'Hebron, y allí me dijeron que lo mejor era operarme. 

Justo antes de Reyes fue la operación y estuve en reposo unas dos semanas. No podía volver a las clases porque me cansaba escribir. El 24 de enero me dieron los resultados, y fue cuando me dieron el diagnóstico: Linfoma de Hodgkin.  

El 11 de febrero empecé la quimioterapia y la acabaré el 15 de julio. Cada dos ciclos me van haciendo un PET - TAC y los resultados están siendo muy positivos. Yo estoy muy contenta porque todo parece que va bien. La verdad que siempre he mantenido una actitud muy positiva porque creo que es muy importante darle a tus familiares una paz que ellos no encuentran en esos momentos. 

Estoy súper agradecida con el trato que me han dado todos los profesionales sanitarios, pero creo que entre prueba y prueba tardaron mucho. El diagnóstico podría haber sido mucho antes. También creo que es fundamental que se inviertan más recursos en la investigación de esta enfermedad.  

Me gustaría que el Parlamento de Cataluña se hiciera eco de estas peticiones.