Hola. Me llamo Marta Morera, tengo 31 años, voy en silla de ruedas y lanzo esta petición porque quiero poder viajar sin que las compañías aéreas me pongan límites. 

Yo tengo una tetraplejia desde los 15 años debido a una mala praxis realizada en una operación. Sí he necesitado ayuda psicológica a lo largo de mi vida, pero ha sido, sobre todo, en pandemia. Siempre he tenido ansiedad y el hecho de no poder salir a la calle y estar con gente hizo que recayera bastante. Por suerte ahora estoy bastante mejor con respecto a la salud mental. 

Yo soy una chica a la que le encanta viajar, pero en mis últimos viajes, las compañías aéreas han hecho que me sintiera limitada para poder hacer lo que quisiera. Debe haber accesibilidad para todas las personas sin distinción. 

Hay que tener en cuenta que, las personas que vamos en silla de ruedas, también tenemos el derecho de poder viajar y disfrutar sin darle explicaciones a nadie y menos, a una empresa. 

La mayoría de los aviones tienen pasillos demasiados estrechos para una silla de ruedas. Eso nos obliga a desmontar y almacenar nuestra silla en la bodega de carga, lo que representa una pérdida de independencia y dignidad para las personas con discapacidad, ¿y si se quiere ir al baño? ¿Cómo lo hacemos? No podemos movernos de forma autónoma. 

Además, en muchos aviones los asientos no se inclinan ni 5cm y si no puedes viajar totalmente erguida, como es mi caso, (no aguanto bien la espalda, cuello y cabeza) lo único que te queda es viajar estirada, tumbada encima de las personas que viajan al lado de mí. Es un insulto, pues estoy obligada a viajar con dos personas de absoluta confianza que tienen que ir todo el vuelo cargando conmigo.

Además de esto, las personas que vamos en silla de ruedas necesitamos solamente toda una maleta para el material médico (empapadores, sondas, medicamentos, colchón...), cosa que aun encarece más el viaje y no es justo.

Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que exista una accesibilidad real para todas las personas, y que todos podamos viajar con dignidad. 

Casi todos los transportes públicos están adaptados menos el avión. Esto es algo que no entiendo y debe cambiar. 

Deben poner facilidades para las personas con condiciones similares a las mías y no decirnos cosas surrealistas, como me pasó a mí, que nos quisieron cobrar 4000€ más para ir en un asiento de primera clase -no hay en todos los aviones-, que se podía reclinar y estirar las piernas. Si no fuera por el gran coste, esto nos sería de mucha ayuda en los viajes largos, puesto que podríamos evitar que se nos hincharan las piernas y, por consiguiente, escaras o llagas en el cuerpo. 

No hay derecho a que nos sigan robando autonomía así. Es fundamental que las aerolíneas y las autoridades de la aviación reconozcan esta desigualdad y tomen medidas concretas para abordarla.

Queremos que todo el mundo apoye esta petición para pedir a las aerolíneas que garanticen la accesibilidad de las personas con movilidad reducida que vamos en sillas de ruedas y que se obligue a las aerolíneas a asegurar dicha accesibilidad en su reglamento sobre los derechos de las personas con discapacidad o movilidad reducida en el transporte aéreo.