Pregunta para Asamblea de Madrid
Mi oncóloga me dijo que aunque estaba sobremedicada, había que cumplir el protocolo. ¿Cuándo se van a destinar más recursos a la investigación del cáncer y a dar a los pacientes una atención individualizada?
Me llamo Mercedes y he sobrevivido a un cáncer de mama.
En el año 2019, cuando tenía 46 años, empecé a notar un pecho muy inflamado. Un día, al salir de la ducha, vi que mi pezón estaba hundido, por lo que decidí acudir a Urgencias. Nada más verme me dijeron que lo más probable es que tuviese un cáncer de mama, algo que me confirmaron tras realizarme una mamografía, una ecografía y cuatro biopsias.
A continuación, para ponerle “apellido” a la enfermedad, enviaron todas las muestras a analizar, y me dijeron que se trataba de un HER2 positivo de grado III, con tres nódulos cancerígenos en la mama y afectación en tres zonas diferentes. Ese mismo día me pusieron el primer ciclo de quimioterapia.
Al terminar la primera tanda de de este tratamiento, la cual constaba de seis ciclos, me realizaron varias pruebas que mostraban que ya no había células cancerígenas en mi cuerpo. Pero, aún así, me administraron la segunda tanda de quimioterapia completa, formada por 12 ciclos. Cuando acudí a la consulta para que me explicasen en qué consistiría la operación, le pregunté a mi oncóloga que por qué me habían administrado más ciclos si tras el sexto ya no había rastro del cáncer, a lo que me respondió que “aunque había estado sobremedicada, había que cumplir el protocolo”.
Poco tiempo después, en plena pandemia, me realizaron una mastectomía y me enviaron a casa con los drenajes puestos. Además, me dijeron que para la reconstrucción tendría que esperar, algo que a día de hoy sigo haciendo.
Aunque al analizar todo lo que me extirparon en la operación vieron que estaba limpia, me dijeron que, de nuevo por protocolo, el siguiente paso sería someterme a 25 sesiones de radioterapia y tomar Tamoxifeno durante diez años. En cambio, teniendo en cuenta que desde el sexto ciclo de quimioterapia ya no tenía células cancerígenas, decidí no seguir ninguno. Ahora me someto a exámenes de control cada seis meses.
En mi caso, lo que más eché en falta durante todo el proceso, fue un mejor trato por parte de los profesionales sanitarios. Sentí que solamente era un número más, y que en ningún caso el tratamiento que me administraron se había diseñado de manera individualizada. Además, los pacientes estamos muy desinformados sobre los efectos secundarios que los fármacos que nos administran nos van a producir, algo que hace que esta enfermedad sea todavía más dura.
Por ello, con esta iniciativa, pido a la Asamblea de Madrid que destine más recursos a la investigación del cáncer y a dar a los pacientes un tratamiento individualizado, adaptado a su edad y condiciones, así como a la fase de la enfermedad en la que se encuentran.