Me llamo Miguel Ángel, me formé como maestro de primaria, haciendo posteriormente un máster en musicoterapia, y llevo 20 años trabajando con personas con Autismo, entre otras cosas. En el año 2002 empecé en la asociación de familias de personas con TEA en Zaragoza, y desde ahí, he trabajado con diferentes asociaciones. Me ofrecieron participar en un grupo de la OMS para ver qué intervenciones tienen evidencia científica y se pueden aplicar en todos los países, ya sea porque tienen formación acorde o el nivel socioeconómico necesario para poder ofertar estos tratamientos.

Nuestras intervenciones giran entorno a varios ámbitos: farmacológico, a nivel de interacción social, comunicativo, autogestión… que tienen que ver con el control de la salud.

Nuestro sistema tiene grandes carencias respecto a este tema, es la falta de recursos y la descoordinación en las instituciones, es un tema pendiente en nuestro país están muy desordenadas. También hacen falta más recursos en sanidad, hay terapias muy eficaces que no están incluidas dentro de la cartera sanitaria: psicoterapia, musicoterapia, terapia con animales, programas de sexualidad… hay muchas áreas que necesitan desarrollarse y establecer una regulación profesional de estas actividades.

El autismo es una de las condiciones del ser humano más singular, se necesitan casi tantos recursos como personas TEA hay porque cada caso es un mundo, y esos recursos, han de ir orientados a los propios intereses de cada menor. Necesitamos más visibilidad y recursos para que todas las familias puedan tener acceso a los tratamientos necesarios que tan beneficiosos pueden ser para las personas con autismo, y en casi todos los casos, claves para su desarrollo.