Pregunta para Senado
Los médicos trabajamos largas guardias que no nos permiten conciliar nuestra vida familiar con la profesional. ¿Cuándo se regularán las jornadas del personal?
Me llamo Miguel, vivo en Valencia y soy anestesista desde hace más de 3 décadas. En mi familia, ser sanitario es parte de la tradición familiar y, cuando tenía cuatro años, me fabriqué mi primer botiquín e iba por ahí dando vueltas con él.
La medicina marca tu visión de vida y manera de pensar, ya que es una profesión llena de dificultades, que también produce muchas satisfacciones y alegrías. Cuando estás recién empezando y eres joven, todo se puede. A medida que te vas haciendo mayor, te cuesta más, eres más lento y te cansas más rápido.
Lamentablemente, las guardias médicas de 24 horas seguidas siguen siendo frecuentes y los límites legales del horario se incumplen sistemáticamente. La justificación se basa siempre en las tan conocidas “necesidades del servicio”, que se han convertido en una obligación complementaria a la que estamos sometidos los médicos y que no se regula por ley.
La guardia médica en sí no computa jornada, por lo que no están consideradas dentro de las horas laborales semanales. Según la regulación laboral, lo normal sería hacer 1.827 horas, pero la regulación de las guardias con facilidad superamos las 2.100, para rematar, estas son remuneradas por un precio por hora inferior al normal, y tampoco cuentan como tiempo trabajado de cara a la jubilación.
Estos horarios han provocado que una parte importante de los médicos tenga problemas para conciliar el sueño a raíz de los horarios irregulares. Es un ritmo de vida que no es sano y que tiene sus consecuencias tanto en el ámbito profesional como personal. Cada día se vuelve más difícil compatibilizar el trabajo con la familia.
Es momento de hacer un esfuerzo económico y aumentar el número de facultativos, para paulatinamente ir eliminando las guardias en favor de turnos de trabajo más racionales, sanos y que nos permitan compatibilizar la vida familiar. Por lo mismo, pido a los miembros del Senado que se invierta en la formación y contratación regular de médicos para evitar el burnout de los profesionales. Sumado a esto, los hospitales deben implementar turnos rodados con una remuneración competitiva.
Necesitamos más médicos para poder llevar una vida digna. Los sanitarios merecemos, como todas las personas, nuestras horas de descanso y el derecho a una vida saludable.