Pregunta para Congreso de los diputados
¿Por qué no se destinan los recursos y profesionales necesarios para tratar la salud mental? Si existieran más plazas para profesionales, podríamos ayudarles
Mi nombre es Natalia, estoy especializándome en salud mental porque siempre supe que me dedicaría a esto. No sabía si acabaría siendo psicóloga o enfermera, pero sabía que ejercería en este sector porque era mi vocación. Cuando comencé la carrera empecé a decantarme más por la salud mental y al final acabé haciendo el EIR para poder formarme en esta rama. No todo el mundo al final se especializa por la falta de plazas en comparación a los que nos presentamos y también, las condiciones laborales no son las mejores…
En España actualmente solo tenemos unas 6 especialidades. Mientras que en especialidades médicas existen unas 49. Y sinceramente yo creo que el futuro de la enfermería es la especialización. Para mí es fundamental estar presente para mis pacientes. Y es que en España constantemente si no tienes una plaza fija, te acaba rotando de lugar en lugar. Incluso, de área en área. Y esa precariedad genera que no puedas dar un servicio especializado a cada paciente.
Yo a nivel personal, uno de los miedos que he tenido desde que acabé era saber en qué área me iban a destinar. Cuando no tienes una plaza fija, puedes pasar en un mismo día por diferentes áreas. Y para conseguir la plaza fija, son muchos factores los que influyen. Sin embargo, lo tenía claro, quería especializarme en salud mental porque hay mucho estigma, en gran parte por los propios profesionales. La gente siempre me pregunta si no tengo miedo de este tipo de paciente. Y al final es que son personas que hay que aprender a separar la enfermedad que sufren del individuo.
Si existiéramos más profesionales en este sector podríamos ayudar a mucha más gente. Porque la prevención es fundamental y por ello estoy formándome para poder ayudar en esta parte. Las personas que mueren por suicidio están aumentando cada año más. En el 2020 más de 3000 personas murieron por ello, lo que equivale a 11 personas por día en un año. Y sobre todo son jóvenes, entre 15 y 19 años. Y es que los recursos que se destinan son más de cara a cuando está la crisis fuerte de la patología, no tanto en prevenir.
Para nosotros como profesionales, a la hora de actuar, solo vemos que hay recursos cuando ya está muy agravada la situación. Muchas veces el paciente apenas pasa por una consulta de su especialista al año. Las citas para el psicólogo por lo público suelen tener una espera de mínimo de 6 meses. Y eso, si con suerte consigues dos al año… Además, no se tiene en cuenta que también se empeora la situación del paciente porque no encuentra las vías o los recursos para buscar una solución a lo que está viviendo.
No todo el mundo se puede permitir una consulta privada. Y la realidad es que la gente acaba tocando límite.. Las redes sociales en los jóvenes en salud mental están haciendo mucho daño. Comparan sus vidas sin hablar realmente de lo que sienten o de lo que pasa en sus vidas. Bullying, violencia de género, gestión emocional… Son temas que están ahí pero que hay ciertas barreras sociales que siguen impidiendo que se hablen con naturalidad. Y a eso se le suma la falsa creencia de que hablar del suicidio genera un efecto llamada. Cuando no es así, si se comunicara bien, se explicara las soluciones que hay a llegar a ello, las medidas preventivas, herramientas de gestión emocional… Sería todo lo contrario a la inducción de la enfermedad, hablamos de prevención.
No se trata de romantizar el problema ni de bombardear con noticias. Tiene que ver con destinar recursos y profesionales que informen y ayuden. Si en los colegios, institutos y universidades existiera la figura del enfermero escolar, se podrían prevenir muchas situaciones. Yo me estoy formando en ello porque creo que es algo fundamental. Poder dar charlas, talleres, tener a alguien al que recurrir en tema de gestión de emociones… Debería ser una figura esencial a la que todos pudieran acudir.
Por eso me gustaría preguntarle a las instituciones, en concreto al Congreso de Diputados, ¿por qué no se destinan los recursos y profesionales necesarios para tratar la salud mental? Si existieran más plazas para profesionales, podríamos ayudarles. Estamos hablando de salvar muchas vidas a través de la prevención y de los recursos necesarios para tratar a los pacientes. No hay que tener miedo de hablar de la salud mental, es algo que todos podemos pasar, y por ello, es importante cuidarla.
La salud mental no es algo ajeno, nos puede afectar a cualquiera de nosotros a lo largo de nuestras vidas. Es fundamental tu firma para que por fin los políticos nos escuchen y que se empiecen a destinar los profesionales necesarios para este sector. Nos bombardean de que la salud mental está mal, pero no invierten lo que deberían en paliar las problemáticas que generan que sigamos así. Firma por una salud mental sin prejuicios y de calidad, por más enfermeros especializados en este sector