Pregunta para Parlamento de Catalunya
He convivido con un linfoma durante 10 años. Debido a los tratamientos, he desarrollado osteonecrosis en las cuatro extremidades. ¿Por qué no se revisa y se personaliza el acceso a las prestaciones para personas con discapacidad según cada afección?
Me llamo Natalia y vivo en Catalunya. En 2010 empecé a mostrar episodios de mareos y de fiebres. En esta época era un poco reticente a visitar el médico así que no fue hasta dentro de cinco o seis meses que decidí acudir a la consulta. Una vez allí, decidieron que tenían que practicarme una analítica. De la misma, extrajeron que tenía los glóbulos rojos muy bajos. Me derivaron con la hematóloga, que decidió hacerme otra analítica. Mientras esperaba los resultados, me percaté de que me había aparecido un bulto en la parte superior de la clavícula. Entonces, me practicaron una biopsia y me anunciaron que me habían diagnosticado un Linfoma de Hodgkin.
De entrada, recibí 12 sesiones de quimioterapia. Después de cuatro meses, me hicieron un TAC y salió que la enfermedad seguía allí, así que decidieron hacerme radioterapia. Una vez hecha y pasado el mismo intervalo de tiempo, me practicaron otro TAC y se repitió el diagnóstico, así que me informaron que tendría que someterme a un autotrasplante de médula ósea que tampoco funcionó. Finalmente, me sometí a un trasplante alogénico. Mi madre fue mi donante y gracias al mismo estoy en remisión y solo acudo al hospital para revisiones rutinarias.
Debido a la cantidad de tratamientos que he recibido y también a causa de los efectos de los trasplantes de médula ósea, tuve muchas consecuencias durante el proceso pero también después. Pasé temporadas ingresada en el hospital, también padecí la enfermedad Injerto Contra Huésped y, finalmente, he desarrollado una osteonecrosis en las cuatro extremidades de mi cuerpo.
Me diagnosticaron la enfermedad cuando tenía 18 años y debido a la misma, no he podido trabajar nunca. He tenido suerte del sustento que mis padres me han podido dar porque cuando estaba en mitad del proceso, decidí solicitar la prestación por discapacidad y como me encontraba al final de los tratamientos, me dieron solo el 16% de la misma. Después me la subieron, pero después me la quitaron. Una vez diagnosticada con la osteonecrosis, me la subieron a más del 50%, pero después de estar operada me la volvieron a bajar.
Esta inestabilidad y poca garantía de tener un sustento seguro hace que me convierta en una persona dependiente. Es cierto que ahora mismo me puedo acoger a ayudas que ofrecen las empresas para contratar a personas que tienen una minusvalía, pero sé que si me quitan el grado de repente, me quedaré sin nada y sin posibilidad de trabajar ocupando una plaza de trabajo convencional.
Es por esto que me dirijo a los políticos del Parlament de Catalunya, ya que son quienes me representan, para que me respondan a la pregunta concreta: ¿Por qué no se revisa y se personaliza el acceso a las prestaciones para personas con discapacidad según cada afección?