Hola. Me llamo Nataly Delgadillo, tengo 22 años y quiero visibilizar la salud mental, puesto que yo convivo con depresión, trastorno de ansiedad generalizada y pensamientos suicidas. 

Los síntomas empezaron en 2015, pero a mí me diagnosticaron en 2017. En 2015, lo único que recuerdo es que me cortaba cuando me sentía mal por el motivo que fuera y lloraba mucho más seguido de lo normal.

En 2017, un psicólogo –que finalmente me hizo más mal que bien- me diagnosticó todos mis trastornos. Hoy gracias a esa experiencia sé que hay cosas que no debo permitir en una visita psicológica y también que no todos los psicólogos pueden tratar a todo tipo de pacientes, existen diferentes enfoques de terapia que varían de acuerdo a la necesidad o patología del paciente.

Estas afecciones mentales son muy duras porque hay días en los que solo puedes pensar en morirte y lo único que tu cuerpo te permite hacer es llorar y buscar formas para morir lo antes posible. Es complicado porque algo tan cotidiano como levantarte de la cama o ducharte se convierte en una tarea titánica.

El ritmo de vida que lleva la sociedad hoy en día es incompatible para una persona que, a veces por problemas de salud mental, no se puede ni levantar de la cama. Sientes la presión de que tienes que hacer las cosas sí o sí, porque si no lo haces puedes tener problemas en el trabajo por faltar o lo que sea. Hay que tener en cuenta que, lastimosamente, en cuestiones de salud mental, es muy complicado que un médico te atienda cada vez que no estás bien.

Me molesta que la gente diga cosas sin pensar, fruto de la ignorancia. Aun así, si la depresión no me gana la batalla antes, pienso seguir luchando hasta que el Plan de Prevención del Suicidio sea una realidad, que cada vez menos personas vivan el infierno que yo he vivido y, que si les toca, al menos tengan la ayuda pertinente que yo no he tenido.

Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que haya más visibilidad e investigación para todas las afecciones relacionada con la salud mental. 

Es muy importante que los políticos empiecen a actuar al respecto porque parece que hasta no les toque a ellos de cerca, van a seguir mirando hacia otro lado.

De igual forma, las personas con alguna enfermedad mental necesitamos comprensión y apoyo. No estamos mal porque queremos ni somos unos "vagos". Nadie elige tener una enfermedad mental.

Debido a todo esto, me dirijo a los Diputados del Congreso para preguntarles: ¿Qué esperan para legislar a favor de la salud mental? ¿Necesitan que las tasas de suicidio suban todavía más a pesar de que ya estamos en récord histórico? 

Necesitamos que se apruebe el Plan Nacional de Prevención del Suicidio para que se nos brinde la atención adecuada en la Seguridad Social, que no tengamos que esperar años o meses para una visita con un psicólogo o un psiquiatra y que haya psicólogos siempre disponibles en los CAP y hospitales por si alguien los necesita.

 ¡Simplemente pedimos ser tratados con la misma profesionalidad y eficiencia que se trata a las personas que tienen una enfermedad física!