La diversidad, es una realidad existente aunque el sistema lo quiera invisibilizar llenándola de etiquetas y perjuicios, cuando lo único que necesitan es un poco de empatía y comprensión para saber cómo ayudar. 

Una reivindicación que se centra fundamentalmente en el ámbito de la educación en Lanzarote, en la que si un niño necesita un refuerzo escolar para ayudarle en su autonomía, y se promete desde el centro que lo va a tener, que se haga efectivo sin tener que engañar a la familia. 

Es por ello que lanzo esta petición, para que la inclusión de la que tanto se predica se cumpla para ayudar a los niños que lo necesitan a conseguirla. Es decir, si un alumno presenta dificultades para comunicarse, y en un momento dado se expresa con irá, enfado, y acaba pegando golpes. No solo hay que quedarse con que el niño presenta un problema conductual, sino que hay que mostrar interés por ayudarle,  y si no se sabe cómo hacerlo, recurrir a la solicitud de profesionales terapéuticos que sepan cómo actuar en esos momentos de crisis puntual. Busquemos soluciones, démosles las herramientas que necesitan para que nos hagan saber qué es lo que le pasa, por qué el motivo de esa frustración para que sea entendida y no castigada. 

Un aula enclave en un colegio ordinario en Lanzarote, no es una buena alternativa para las necesidades especiales cuando no hay terapeutas que puedan ayudar a esos alumnos a superar sus dificultades. Y menos aún, la opción de echarles del colegio para derivarlos a centros específicos, con la oposición de los tutores en contra del cambio, porque en esos centros tampoco existen los recursos necesarios para seguir avanzando, ni espacio para albergarlos (se lleva años pidiendo el traslado a un centro con mayor capacidad)

Esta es la realidad, en diciembre han enviado a más de quince niños del colegio ordinario al centro específico, las plantillas de de terapeutas no han aumentado, solo hay dos logopedas y un terapeuta ocupacional para más de 70 alumnos los cuales todos necesitas de estos profesionales para su evolución.

Así, se les excluye en mitad del curso del resto del grupo, quitándole la oportunidad de estar con sus iguales, de aprender de ellos, y todo por no ser capaces de conseguir una terapeuta ocupacional. No puede ser que niños que tienen la capacidad de gestionar su propia autonomía, de leer, escribir, sean derivados a centros específicos por un “problema conductual” posiblemente generado por el malestar puntual, como el de sufrir un dolor de muelas, el sonido ambiental…

Es una forma de exclusión que no se puede tolerar, injusta, porque no se prima el bienestar del alumnado del aula enclave, sino la comodidad del centro escolar que no se implica en luchar por conseguir los recursos que verdaderamente necesitan para poder avanzar. 

Muchas familias que vivimos la diversidad, no podemos permitirnos que el avance de nuestros hijos solo dependan de la economía familiar, y no del sistema educativo, porque se amparen siempre en la falta de recursos sin ofrecer otras alternativas o posibles soluciones por el bien de los niños. 

Necesitamos ser escuchados para que la diversidad sea abrazada y no sea apartada. Son niños, y como tal, necesitan ser felices en igualdad de condiciones. ¿Nos ayudas a que esta realidad cambie apoyando y difundiendo esta petición?