Me llamo Nerea y la huelga del transporte me toca de manera personal. Estamos en primera línea de artillería porque nos afecta de manera muy directa, pero la subida del combustible, la luz, la cesta de la compra y de otras materias primas lo vamos a notar toda la ciudadanía.

Dudo que a nadie nos suban el sueldo, aun siendo así, de nada servirá esto si la inflación sigue aumentando a unas velocidades que no se puedan mantener y los precios siguen en alza. Si el Gobierno sube tanto los precios, va a ahogar al  empresario/a y al autónomo/a y en consecuencia a toda la plantilla trabajadora. Nos están ahogando a todos/as a impuestos y es algo que ya no se debe permitir, nos aprietan tanto que estamos trabajando para sobrevivir.

El que tiene un bar verá que le afecta la subida de la luz más que la del gasoil. Aun así, nos debemos dar cuenta de que si el transportista no puede pagar el combustible, el trabajador del bar no podrá recibir los productos al mismo precio. Y así es como nos encontramos en un círculo vicioso por culpa de los impuestos. Lo que ahora gastamos en gasolina porque tenemos que ir a trabajar, o lo quitamos de la comida o tenemos que tener cuidado con la luz…

Tal y como informa es.decir, “se calcula que el sector del transporte produce alrededor del 5 % del PIB español y emplea a 1,2 millones de personas. … El 95% de las mercancías que se mueven en nuestro país lo hacen por carretera y el 70 % de las exportaciones también utilizan esta vía para salir de España”. Todo lo que llega a nuestras casas, lo ha movido un medio de transporte hasta nuestra puerta, alimentos, materiales, objetos, motores para los eólicos, aluminio, muebles…

Esto no es la consecuencia de la guerra en Ucrania. El sector venía teniendo problemas desde hace tiempo, los portes, por ejemplo, llevan mucho tiempo congelados. Los transportistas no podemos más, el 90% de las empresas de transporte se encontraban ya en una situación de quiebra total y ahora se nos suma el precio desorbitado de la gasolina, el cual ya se acerca a 2 euros el litro y tiene cerca de un 50% de impuestos. el factor principal para mover nuestros vehículos, el gasoil, sube de una manera desorbitada (sin un margen de tiempo asumible) y no podemos asumir los costes. El depósito lo solíamos llenar con 1.000€ cuando ahora nos cuesta alrededor de 2.000€.

Necesitamos que el Gobierno acceda a negociar, tal y como lo pedimos durante la pasada Navidad. Por ello, con esta petición me dirijo a los/las políticos/as del Congreso de los Diputados. Exigimos que se deje de especular con los precios y bajen los impuestos porque nos están ahogando. Necesitamos que se corresponda de buena forma al ciudadano y que se nos aporten buenas condiciones para una vida digna.