El PSOE recupera la esperanza y debería presentar una moción de censura ya.
Hola Juan, gracias por la pregunta que aprovecho para hacer reflexiones.
La victoria de Susana Díaz repitiendo resultado de 47 escaños y con un modo muy personal de entender y hacer la política en Andalucia, aporta un respiro y esperanza a los socialistas en España que atravesábamos horas muy bajas, como lo reflejan las encuestas, porque no acabamos de recuperar la credibilidad para nuestra marca.
En todo caso, se ha demostrado que en Andalucía se consolida un cierto microclima político, aunque no alcance las características de Cataluña y Euskadi, que va a tener trascendencia de cara a la necesaria reforma de la Constitución en la dimensión territorial y federal.
Lo cierto es que, en la actualidad, hay tres fuerzas que están en un pañuelo para competir de cara a las elecciones generales.También es verdad que los resultados de Andalucía no se pueden extrapolar a España, si bien nos ayuda a hacer bien la lectura de que el PSOE aún está en disposición de dar batalla si no comete más errores y que la sombra del Pasok es algo muy lejano. Sobre todo si los socialistas sabemos no solo resistir sino rechazar, ante los cantos de sirena de los poderes económicos y de sus apoyos en el PP y en algunos dirigentes oficiosos y mediáticos del PSOE, el coro de la confusión que grita en favor de una "gran coalición de salvación nacional".
Pero la derrota estrepitosa del PP y un evidente pinchado de Podemos, si nos atenemos a sus propias expectativas de ir a ganar, hacen que podamos decir aquello de que "aún queda partido por jugar", más aún ante la volatilidad del voto y las acontecimientos relevantes que aún pueden suceder en los próximos meses en medio de un temporal político que abre seis grandes incertidumbres ante las elecciones municipales, autonómicas y generales.
La primera a despejar: ¿habrá una urgente Moción de Censura del PSOE a Rajoy y con qué consecuencias? La segunda: ¿será al final Rajoy candidato o le convencerán de que debe dar paso a Soraya SS o a Cospedal? Tercera: ¿perderá parte de su aureola divina Podemos cuando vaya mojándose y concretando propuestas claras? Cuarta: ¿tendrá alguna consecuencia en la opinión pública el resultado final de la obligada votación de investidura de la Presidenta de Andalucía? Quinta:¿logrará el PP movilizar y concentrar el voto conservador si los datos de la macroeconomía calan entre los suyos y los alejan de la tentación liberal de Ciudadanos? Sexta y última: ¿cómo influirán los pactos tras las elecciones de mayo en la tendencia de voto de cara a las generales?
Son demasiadas incógnitas como para que cualquiera de las fuerzas, incluyo a Ciudadanos, se atreva a sacar pecho. Casi todo está hoy en el aire, aún reconociendo el final del bipartidismo y sus derivadas.
Por último, una referencia a las nuevas formas de hacer política. En el caso de Andalucía no parecen posibles ni necesarios, de momento, pactos programáticos o de investidura para formar Gobierno. Pero sí tiene Susana Díaz la gran oportunidad de hacer de la necesidad virtud y mostrar inteligencia política, capacidad de diálogo y generosidad intelectual para sacar adelante, con ejemplar talante democrático, la elección de la Mesa del Parlamento y su propia investidura como Presidenta. No parece fácil pero, además de necesario, sé que es posible porque lo he podido vivir en persona desde una permanente apuesta por los pactos en los veinte años que fui alcalde de San Sebastián en tiempos muy difíciles.
En este nuevo ciclo de la política resulta imprescindible liderar una estrategia de regeneración democrática basada en una apuesta por la apertura al diálogo y en una cultura de pacto. La inestabilidad que nos amenaza sólo podrá ser superada con la generosidad del pensamiento democrático; buscando los puntos de encuentro entre diferentes y pactando lo pequeño pero simbólico y lo grande.
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