Las pymes constituyen la columna vertebral de las economías tanto de la UE como de los EEUU.

En EEUU, las empresas con menos de 500 empleados representan casi la mitad de todo el PIB no agrícola y del empleo, mientas en la UE las pymes representan el 99 por ciento de todas las empresas , el 67 por ciento de todo el empleo y el 58 por ciento del valor añadido bruto .

El hecho de que se haya decidido hacer un capítulo sólo para abordar el tema de las pequeñas y medianas empresas implica que los negociadores conocen esta realidad y que podemos esperar importantes oportunidades para las pymes.

El TTIP por lo tanto sólo podrá ser plenamente exitoso si fomenta la competitividad y el crecimiento del empleo de las empresas más pequeñas.

A pesar de que la UE y EE.UU. ya están comercialmente muy integrados, las pymes son las que sufren más desproporcionadamente las barreras comerciales que aún persisten entre la UE y EE.UU.

Sólo el 13 por ciento de las pymes europeas exportan fuera del mercado comunitario.

Las pymes se enfrentan a desafíos específicos para entrar en los mercados extranjeros en comparación con las grandes empresas:

•          El coste de adaptarse a los diferentes sistemas de regulación en ordenamientos jurídicos distintos;

•          Los costes relacionados con la protección de los derechos de propiedad intelectual (principalmente patentes);

•          Los gastos derivados de procedimientos aduaneros, reglas de origen, certificaciones y requisitos fiscales;

•          Los costos relacionados con los procedimientos de inmigración;

•          Dificultades para reunir información sobre las oportunidades que ofrece el comercio transfronterizo;

•          La incertidumbre y el acceso limitado a los mercados de contratación pública es decir, cada uno de los cincuenta estados de estados unidos cuenta con limitaciones diferentes y específicas a las empresas extranjeras que deseen acceder a nivel estatal la contratación pública.

Así como las grandes empresas pueden obtener beneficios gracias a la eliminación de las barreras arancelarias, las pymes necesitan que se eliminen las barreras no arancelarias para poder asumir los costes de  exportar al otro lado del Atlántico.

A través de la cooperación regulatoria el TTIP podría ser una herramienta para que las pymes puedan aprovechar los beneficios de una integración más profunda.

Las pymes también se podrán beneficiar en materia de reglas que el acuerdo transatlántico puede fijar, especialmente en materia de derechos de propiedad intelectual y secretos comerciales.

En definitiva, con la firma del acuerdo del TTIP, las PYMES serán las más beneficiadas por las dificultades que tiene hasta ahora a la hora de exportar. Esta misma semana, estuve en una cooperativa agroalimentaria de Navarra que ya exporta casi la totalidad de su producción de alcachofas a EEUU, un acuerdo de este calado les facilitaría mucho las cosas.