Soy Paloma del Río, periodista deportiva, actualmente, Coordinadora de Patrocinios y Federaciones de la Dirección de Deportes de TVE. He mostrado en diversas ocasiones mi compromiso con el feminismo, la defensa del deporte femenino y el trato que los medios de comunicación dan a este (por no hablar de la escasa financiación que recibe el deporte femenino) y desgraciadamente he tenido que defender el papel de la mujer en nuestra profesión. 

Hace unos días manifesté a través de mi cuenta personal de Twitter mi disconformidad con la composición de una mesa redonda de un evento en cuyo cartel no aparece el nombre de ninguna mujer invitada. El encuentro que se celebró el día 5 de octubre, fue organizado por la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid y el Departamento de Periodismo y Comunicación Global con motivo del 50 aniversario que celebra la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. 

Al hilo del cartel, publiqué un mensaje en el que sugería a los compañeros que deberían revisarlo, porque era muy ofensivo para todas aquellas que hacemos periodismo deportivo. Rápidamente comenzaron a llegar comentarios en respuesta al tweet entre los que se sumaron varios de apoyo al mensaje lanzado y algún que otro de crítica. Me llamó la atención que en un acto de ese nivel faltaran periodistas mujeres. ¿No hay periodistas deportivas en Madrid? En ningún momento cuestioné que los ponentes que asistieron no debían estar ahí. 

Recibí una respuesta por parte del director de la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid justificando que sí contaban con mujeres en su organización (las cuales no tenían ni idea de la charla y presentaron su dimisión a raíz de lo ocurrido). Creo que una vez más, la respuesta dada demuestra que tenían herramientas para contar con mujeres profesionales en dicha charla. A esto se suma el cinismo de la asociación, que hace alarde de la igualdad y han sido los primeros en no cumplir con ello. Parece mentira que, dentro de la propia profesión, no sean sensibles a esto. 

Salimos muchas mujeres periodistas a denunciar este hecho y a mostrar nuestra disconformidad. Aun así, no me quiero centrar sólo en este caso. Que no cuenten con nosotras dice mucho de cómo se nos trata y no puedo entender que aún estemos así. Tienen que hacer autocrítica de lo injustos que han sido con nosotras nuestros propios compañeros. Espero que llegue el día en el que se den cuenta de que las mujeres valemos para lo mismo que los hombres, que tenemos el mismo talento. 

Con esta petición me dirijo a la Asamblea de Madrid. Pido a los políticos facilitar herramientas (si no las hay, crearlas) para que se asegure que en todas las acciones culturales haya una participación mínima de mujeres ponentes. Así evitaremos la desaparición y el ninguneo hacia las profesionales. Si no impedimos que sucedan hechos como el detallado anteriormente, no podremos avanzar como sociedad.