Soy Paloma, tengo 33 años y estoy luchando contra el cáncer de mama, ahora mismo con metástasis.  
 

Son muchas las informaciones que nos llegan a las mujeres sobre la necesidad de tocarnos los pechos para poder detectar un bulto fuera de lo normal de manera precoz. Y os puedo asegurar que asusta mucho. Cuando me detecté el bulto por primera vez, me daba mucho miedo volver a explorarme.  
 

Pero, aunque me detecté el bulto cuando aun era pequeño, las pruebas llegaron demasiado tarde. Tuve que esperar más de tres meses para que me pudieran hacer una ecografía mamaria. Y me la hicieron por que yo seguí insistiendo y me presenté en el hospital para saber cuando iban a hacerme las pruebas. El bulto que tenía en el pecho de unos tres centímetros, durante ese tiempo de espera, había crecido hasta cubrirme el pecho entero.  
 

Me pregunto muchas veces si haberme hecho las pruebas antes hubiera cambiado el diagnóstico que tengo hoy, si todos los meses de esperado no hubieran existido, hubiera servido para tener un tratamiento menos agresivo.  
 

Las mujeres jóvenes que se encuentran un bulto en el pecho, no pueden ser tratadas como si no hubiera posibilidad de que tengan algo grave. Yo, como otras muchas chicas jóvenes, somos la muestra de que, aun siendo jóvenes, podemos tener cáncer de mama.   
 

Esta claro que la realización de mamografías periódicas solo a mujeres mayores de cincuenta años esta obsoleto. Cada vez hay chicas mas jóvenes que sufrimos este tipo de cáncer y que no entramos en la población de riesgo, pero ademas, cuando nos encontramos un bulto, tampoco nos hacen mucho caso.  
 

Por eso, le quiero pedir a los políticos de la Asamblea de Madrid que se impliquen y que la capital sea la punta de lanza contra la lucha contra el cáncer de mama, invirtiendo más recursos en la realización de pruebas para el diagnóstico precoz del cáncer de mama, tengamos la edad que tengamos, para poder salvar vidas.