Me llamo Paula y soy fisioterapeuta. Tras vivir de cerca dos casos de cáncer de mama, me especialicé en la rehabilitación que las mujeres que han pasado por esta enfermedad necesitan.

Hace algunos años, mi abuela y mi tía fueron diagnosticadas de cáncer de mama. Yo trabajaba como fisioterapeuta especializada en cirugía plástica, pero al vivir de cerca esta enfermedad, empecé a interesarme por la reconstrucción mamaria de origen oncológico. 

Indagando mucho en el tema y hablando con profesionales de otros países, me di cuenta de que en las Unidades de Rehabilitación de los hospitales públicos de España se centran fundamentalmente en el linfedema, cuando los problemas derivados de las reconstrucciones realizadas tras una mastectomía o una tumorectomía, o de los tratamientos de radioterapia, son muchos más: secuelas dérmicas, rotación de prótesis, contracturas capsulares, etc.

Tras seis años trabajando en el mundo oncoplástico de la mama, puedo corroborar que estos tratamientos rehabilitadores mejoran enormemente el estado de las pacientes y que, en ningún caso, tienen que acostumbrarse a vivir con el dolor, como en muchas ocasiones les dicen los cirujanos de los hospitales.

Por ello, con esta iniciativa pido a la Asamblea de Madrid que destine más recursos a la investigación contra el cáncer de mama y a ayudar a las pacientes que lo sufren a acceder a este tipo de tratamientos.