Me llamo Paula y sufrí acoso por parte de mi profesora de la asignatura de Historia de España durante mis últimos cursos de instituto. Yo participaba en clase, hacía preguntas y me sentaba en primera fila, aún así nunca pasé de sacar un dos en sus exámenes. ¿Cuándo se van a tomar medidas frente al acoso profesor-alumno al igual que se toman con el acoso escolar entre compañeros?

Desde que empezó a darme clase se notaba que yo no le caía muy bien. Siempre me contestaba mal y me hacía sentir menos que el resto. Sabía que si me cogía manía nunca aprobaría su asignatura, ya que no era la primera vez que pasaba. A pesar de que mis exámenes estaban bien y yo participaba en clase no había manera de aprobar con ella. 

Todo esto me provocó mucha ansiedad y frustración. Ya no soportaba ir a su clase y poco a poco me paso lo mismo con el instituto en general. Un día me gritó delante de todos mis compañeros que yo no iba a sus clases porque le tenía miedo a ella y a su asignatura. Me dijo cosas muy fuertes, me hizo sentir poco válida. Debido a eso sufrí un ataque de ansiedad y salí del aula porque no quería que nadie me viera llorando y entonces ella me puso un parte. 

Quise tomar medidas y fui a hablar con el jefe de estudios. Él mismo me confesó que la profesora hacía eso a menudo y que no era la primera vez que pasaba, pero no me dieron soluciones. Su respuesta fue “la profesora es así”. Según ellos yo tenía que hacerle ver que no había estado bien lo que había hecho conmigo delante de todos.

Tanto los profesores como el orientador del centro estaban de mi parte, pero nunca llegaron a hacer nada. Llegamos a tener una charla con el orientador en la que parecía que las cosas podían arreglarse. Ella me abrazó y me dijo que yo podía con el curso, pero cuando salimos de allí siguió tratándome fatal. Tenía actos feos conmigo delante de la clase. A todos les llamaba “chiquitín o chiquitina” excepto a mí, nada de lo que hacía le parecía bien. 

Comprendo que los profesores son personas y al final te puede caer mejor o peor un alumno, el problema está cuando eso te impide ser imparcial. Ella siempre se refería a mi como “esta”, decía que yo no tenía que estar cursando bachillerato, que no acabaría. Me hizo la vida imposible para no aprobar. 

Finalmente, solo me quedaron las asignaturas de Historia de España y Lengua y Literatura, las dos profesoras que frustraron mis estudios durante los dos cursos de bachillerato. Ni siquiera me avisaron de la recuperación con tiempo suficiente, aún así estudié y me salieron dos buenos exámenes. Sin embargo, para mi sorpresa, volví a suspender las dos con notas muy bajas.

Más tarde me enteré de que se pusieron de acuerdo para suspenderme porque pensaban que yo no valía para estudiar. El propio orientador se enfadó con la situación y me recomendó que me cambiara de instituto ya que sino no aprobaría nunca. Sentí alivio por pensar que no estaba loca, que los demás también veían el acoso y derribo que sufrí por parte de estas profesoras. 

Finalmente me cambié de instituto y he logrado aprobar selectividad. Aunque me costó mucho sacar la asignatura de historia porque esa experiencia me dejó un gran trauma. Iba a los exámenes con mucha ansiedad y en alguna ocasión incluso llegué a dejarlo a medias para salir del aula. En mi nuevo instituto todo fue a mejor, mi profesor de Historia lo entendió perfectamente e incluso me repetía los exámenes.

A día de hoy sigo yendo al psicólogo para superarlo. Esto me ha provocado mucha ansiedad e incluso depresión. A pesar de que todos me dijeron que no era mi culpa por activa y por pasiva yo sigo sintiendo que hice algo mal. Durante mucho tiempo me han hecho sentir poco válida para estudiar y ese pensamiento ha llegado a calar en mi interior. Me ha causado mucha falta de autoestima y ansiedad hacia los estudios. El estar constantemente preguntándote si de verdad tendrías estar estudiando o realmente no vales, te acaba afectando, mucho más de lo que la gente puede llegar a pensar.

Al final lo que se supone que tiene que ser un referente se convierte en una pesadilla. Por esto quiero reivindicar a las Cortes de Castilla La Mancha que se tomen medidas para prevenir el acoso de un profesor frente a un alumno o alumna para que nadie tenga que volver a pasar por esto jamás.