Hola. Me llamo Pilar, tengo 47 años y soy una de las afectadas por la vacuna contra el Covid-19. Además, convivo con fibromialgia.

Cuando me pusieron la primera vacuna ya me comenzaron los síntomas, aunque yo no pensaba que me iba a conllevar tantos problemas en el futuro. Me dolía mucho el brazo y tuve paralizadas, durante minutos, algunas partes de mi cuerpo como la mano o los pies, me costaba muchísimo moverlos. 

En la segunda vacuna no me pasó nada. Todo fue bastante bien. Solo me dolía el brazo y no tuve ninguna sensación como en la anterior ocasión. 

Pero a los 2 meses de estar con la dosis puesta, cuando me levantaba por las mañanas, notaba que las pulsaciones del corazón se me aceleraban, la sensación era de haber tomado 'mucho café'. Estuve así una semana y no le di importancia porque tenía otros problemas que me producían estrés y creía que podía estar vinculado con eso. 

A las 3 semanas de estar con el corazón acelerado fui al médico y cuando conté lo que me ocurría empezaron a hacerme pruebas rápidamente porque pensaban que podía ser un 'principio de infarto' que no hubiera llegado a producirse. Al descartarlo y ver qué me podía estar pasando, me hicieron pruebas varios especialistas y al final del día, me llamaron y me dijeron que lo que me ocurría era que me había hecho reacción la vacuna contra el Covid-19. 

Yo me asusté mucho y les pregunté que qué iba a ocurrir, pero me dijeron que nada, solo debía ir cada 2 semanas al hospital para un seguimiento y si notaba alguna sintomatología extraña fuera de inmediato al médico. 

Ahora ya han pasado 2 años y sé diferenciar estos ‘acelerones’ que me mete el corazón, es surrealista que me esté pasando a mí, pero es mi nueva vida. La gente, cuando le hablo de mi problema, no se lo cree porque piensan que cualquier afección relacionada con el corazón tiene muchísima prioridad, pero, en mi caso, los médicos han visto que no me incapacita para vivir y que esta es mi nueva realidad. 

Muchos días me levanto con mil dolores por todo el cuerpo, pero ya no llego a saber si son producidos por la reacción de la vacuna o la fibromialgia. Lo peor de todo esto es que ahora mismo no hay cura ni una investigación desarrollándose que vaya a ser eficaz. 

Por todo esto, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que haya más visibilidad e investigación para las afecciones que nos han surgido a las personas afectadas por la vacuna contra el Covid-19. 

Necesito que encuentren una cura porque el vivir con una sensación de ‘taquicardia’ no es nada agradable. Yo llevo varios años en los que muchas veces pienso que ese va a ser mi última día. Se me acelera tanto que pienso cosas que no debería. 

Queremos, por favor, volver a nuestra vida de antes, cuando no teníamos que preocuparnos diariamente. Mi calidad de vida ha bajado muchísimo, yo no soy la que era y todo ha sido por beneficiar a una sociedad que ahora me está dando la espalda cuando más lo necesito.