Pipe Q-ida es una iniciativa de jóvenes que nace en Calamar, Guaviare, puerta norte de la Amazonía colombiana, en la entrada al Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, patrimonio mixto de la humanidad con 4.268.095 hectáreas de bosques, 4 comunidades nómadas indígenas no contactadas y una fauna increíble con anacondas, jaguares y un único colibrí llamado el Colibrí de Chiribiquete, además de una flora llena de especies. Somos una iniciativa sin ánimo de lucro que nació en 2007 a partir de 5 jóvenes fundadores, pero que se ha convertido en una asociación de niños, adolescentes y jóvenes que hacen incidencia desde las redes sociales para mejorar las condiciones ambientales y sociales de su municipio y región. Así, Pipe Q-ida, se ha abanderado la conservación del Parque Nacional Natural Serranías de Chiribiquete y del Amazonas, el tapete verde del mundo y lugar que representa el 41,8% del territorio nacional.

Nos hemos convertido en la voz de los bosques, la voz del agua y la voz del Amazonas a través de nuestras acciones comunitarias como la reforestación, educación ambiental, descontaminación de nuestras fuentes hídricas y el apoyo social que se ha dado junto a las Juntas de Acción Comunal y desde otros colectivos de jóvenes. A la fecha contamos con más de 600 voluntarios, los #GuardianesDeChiribiquete, y hemos logrado sembrar más de 35.000 árboles con el propósito de detener la deforestación que es uno de los flagelos más fuertes que hoy afecta nuestra región amazónica. Así, para nosotros la mejor forma de denunciar la deforestación, ganadería extensiva, cultivos ilícitos, minería ilegal, acaparamiento de tierras, turismo ilegal, grupos al margen de la ley, abandono estatal y la indiferencia de los colombianos es sembrando árboles y luchando por hacer una diferencia. Mientras unos talan, nosotros sembramos. Sin embargo, mientras nosotros sembramos 100 árboles a la semana, sabemos que se talan miles por minuto.

Se silenciaron los fusiles, pero se prendieron las motosierras. El Guaviare, junto al Caquetá y Meta son el arco de la deforestación ya que ocupamos los 3 primeros puestos de deforestación en el país. En el PNN Serranía de Chiribiquete, por ejemplo, tenemos medio millón de hectáreas taladas. He sido testigo de cómo han deforestado cantidades de hectáreas a la orilla de la carretera, donde hace unos años podíamos pasar por un bosque húmedo tropical lleno de fauna y de flora y hoy pasamos por un potrero gigante lleno de vacas. Ahora hay más vacas que personas porque el acaparamiento de tierras ha hecho que este territorio se convierta en un territorio de unos cuantos y de muchas vacas. La ganadería hoy es la causa número 1 de deforestación en el Guaviare y es el cáncer del Amazonas. Adicionalmente, no solo se tala sino que también se quema. Estamos pasando de ser una región que antes absorbía dióxido de carbono a una que exhala dióxido de carbono y donde no hay aire puro.

Aún estamos a tiempo, pero tenemos que parar la deforestación ya porque, a este ritmo, sí vamos a detener la deforestación, pero cuando ya no haya un árbol para talar. Necesitamos que la administración del presidente Iván Duque pare la deforestación. No se trata de disminuir las cifras cada año en un 1 o 5%, sino de llevarlas a 0 con condiciones dignas de vida para los campesinos de nuestro territorio. Se debe cumplir la Ley 2 de 1959 y proteger las Zonas Forestales Protectoras y los Bosques de Interés General para el desarrollo de la economía forestal y la protección de los suelos, las aguas y la vida silvestre. Se debe priorizar la Sentencia 4360 del 2018 interpuesta por 25 niños donde la Corte Suprema de Justicia declaró a la Amazonía sujeto de derecho. Se debe poner a funcionar la Ley 2111 que regula lo concerniente a la tutela del medio ambiente como bien jurídico y tipifica los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente. Se debe firmar el Acuerdo de Escazú para proteger la vida de nosotros, los líderes ambientales en Colombia. 

En el Guaviare hay un desfile de cooperación internacional y organizaciones del Estado en donde se celebra una fuerte inversión en la región; sin embargo, la deforestación no para, sino que aumenta. Por ejemplo, la deforestación en el PNN Chiribiquete pasó de 447 hectáreas a 1.735 en el último año. Necesitamos un banco real de soluciones para el territorio que detenga la deforestación y, además, provea educación, salud, inversión social, protección y apoyo para la labor de los campesinos en el territorio. Adicionalmente, los jóvenes de la región deberían tener acceso a una educación con enfoque amazónico de sostenibilidad que nos ayude a recuperar nuestra cultura, nuestras raíces, nuestra riqueza ancestral y nuestros recursos naturales. El Guaviare, uno de los departamentos más pobres del país, pero que no obstante algunas autoridades catalogan como la esperanza medioambiental. Por esto el Guaviare necesita acciones contundentes del Estado. 

No es la Amazonía la que nos necesita a nosotros, sino nosotros, y el mundo entero, los que necesitamos a la Amazonía. Por esto necesitamos voluntad de las autoridades y de los colombianos, pues cuando hay voluntad todavía hay esperanza. Detengamos la deforestación YA. Es ahora o nunca. ¿Nos ayudas? Firma esta petición para que políticos del Congreso nos den una respuesta en el portal cuando alcancemos 350 firmas. Difunde y comparte con tus contactos. Luchemos por nuestro hogar juntos, cada acción cuenta.

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