Hola, mi nombre es Eduardo y soy fundador del Proyecto Nunca Solo junto a Jennifer, Gara y Marta. Somos alumnos de enfermería de la Escuela de Enfermería Nuestra Señora de Candelaria adscrita a la Universidad de La Laguna.

En el año 2020 participamos en el programa Ingenia de las ULL. En él quisimos trabajar desde una perspectiva enfermera y trabajar en  los ODS; salud y bienestar y resolución de desigualdades, para así centrarnos en la soledad no deseada y el aislamiento social. 

La soledad es una problemática que está instaurada desgraciadamente en todas las edades. Sin embargo, afecta sobre todo al grupo de la población más envejecida. 

En la actualidad, en España, las personas mayores de 65 años representan un 20% de la población, de estas, más de 2 millones viven solas, uno de cada cuatro sienten aislamiento social y una de cada cinco sienten soledad.

Hemos detectado que sobre todo son las mujeres las que más sufren de este mal. Muchas de ellas dedican su vida por y para los cuidados de sus maridos, hasta tal punto de aislarse de la sociedad. Dejan de hacer muchas actividades y, cuando este fallece, les cuesta salir y poder integrarse. Nosotros trabajamos mucho este tipo de situaciones para que se sientan lo más incluidas posibles. 

Desde Nunca Solo hemos querido combatir este problema llevando a cabo un acompañamiento terapéutico y personalizado a los usuarios que se animan a participar con nosotros. Contamos para ello con voluntarios estudiantes de enfermería, quienes están cualificados para realizar un acompañamiento social, donde la persona mayor disfruta de compañía, tiene con quién hablar o compartir experiencias; y terapéutico, donde se valoran las necesidades de cuidados y se planifican para cada individuo, como es el caso del sedentarismo o una alimentación inadecuada.

Realizamos intervenciones individuales, grupales y telefónicas con ellos con el objetivo principal de integrarlos en la sociedad y que no se sientan abandonados. 

Son los pequeños detalles los que hacen que sigamos sumando ya más de 35 mayores. Por ejemplo, cuando hicimos una actividad vinculada con el carnaval una usuaria que sufre fibromialgia, nos dijo “en días así que me siento tan bien, nada me duele.”

La soledad es un problema social que se convierte en un fenómeno de relevancia y de atención pública, por eso nos gustaría preguntarle al Parlamento de Canaria que, ¿qué se está haciendo desde la política para abordarlo?

Nuestros mayores nos necesitan. Todo lo que les ayudemos, también es invertido en nuestro futuro. Y ayudarles es crear un impacto super positivo en la sociedad. Tenemos mucho que aprender de nuestros mayores. Por eso, les invitamos a sumarse a esta iniciativa, para que entre todos lleguen las voces de nuestros ancianos y que cambie su situación.