Pregunta para Asamblea de Madrid

Es necesario acabar con el tabú que gira en torno a la muerte perinatal ¿Cuándo se informará a las madres de las opciones que tenemos en el momento en el que nos dan la dura noticia?

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Puri Rodríguez Pregunta de Puri Rodríguez

Hola, me llamo Puri, tengo 33 años y escribo en Osoigo para dar visibilidad a una realidad dura que vivimos muchas madres: la muerte perinatal de nuestras hijas e hijos. En mi caso, mi hija Helena falleció recién nacida el pasado mes de septiembre. Durante mi embarazo todo apuntaba a que iba a salir bien, sin embargo, nadie nos preparó, a mi marido y a mí, para lo que estaba a punto de vivir. 

Después de seis años intentando quedarme embarazada y de un aborto, por fin sucedió el “milagro”. Cuando me enteré de que estaba esperando un bebé me llevé una alegría tremenda, porque llevaba mucho tiempo queriendo esa noticia. Aun así, quería ser discreta ya que los tres primeros meses de embarazo son cruciales, y más teniendo los antecedentes que yo tenía en los que me había costado muchísimo quedarme embarazada. 

Una vez pasaron esos tres meses de cautela, la felicidad era plena. Disfruté de mi embarazo y solo esperaba que llegara el día en el que podría tener a mi hija Helena entre mis brazos. Este momento llegó en el mes de septiembre, cuando estaba embarazada de 40 semanas y 3 días y había llegado el día del parto. Todo iba genial, me decían que mi hija perdía latidos durante el parto, pero que a veces pasaba y que era totalmente normal. 

Nuestra hija nació viva, pero a los 30 minutos nos dieron la noticia de que había perdido los latidos y no habían podido reanimarla. Nadie te prepara para escuchar eso. Al principio pensaba e insistía en que se habían equivocado, pero no era así. 

No se me olvidará cuando la matrona me preguntó si quería hacerle una foto a mi hija. Al principio pensé si hacerlo o no, pero ella me animó a hacerlo y se lo voy a agradecer toda la vida, ya que la única foto que tengo de Helena me ayuda a llevar el duelo mejor. Si no hubiera estado esta profesional a mi lado, seguramente no tendría ningún recuerdo de mi hija, más allá del largo rato que me dejaron estar con ella. De hecho, una de mis reivindicaciones es esta: las madres que sufrimos una muerte perinatal necesitamos en ese momento saber las opciones que tenemos para guardar algún recuerdo de nuestros hijos, es una ayuda para superar el duelo y el proceso psicológico tan duro que vivimos después. 

Muchas madres tienen la oportunidad de hacer una foto, guardarse el cordón, guardar la huella de sus hijos, no obstante, hay otras muchas que no tienen esa opción porque en el momento están en shock y nadie les ofrece estas oportunidades de tener un recuerdo físico que sea para siempre. 

Es necesario que se visibilice esta realidad, y que una vez se da, tengamos a personas al lado que nos digan todas las opciones que tenemos y que pueden hacer más fácil el proceso de superación de una pérdida tan dolorosa. También es muy importante el acompañamiento psicológico. En mi caso, al no haber psicólogo de urgencias, tardaron 15 días en darme una cita. 15 días en los que una madre que acaba de perder a su hija puede pensar de todo. Aun así, las citas son una vez al mes, cosa que me parece totalmente insuficiente y que tengo que combinar con el psicólogo privado. 

 

El hecho de visibilizar ante la sociedad la pérdida perinatal es totalmente necesario para que las madres que acabamos de perder a nuestros hijos no tengamos que escuchar frases como: “eres joven, ya tendrás más” o “esas cosas suelen pasar”...Entiendo que no es fácil saber qué decir en un momento tan duro, pero lo que realmente necesitamos las familias es sentirnos arropadas, que nuestro entorno nos entienda, nos abrace y nos escuche. 

Con todo esto, creo que es totalmente necesario visibilizar y romper el tabú en torno a la muerte perinatal. Es algo que, por desgracia, también pasa y es necesario que las mujeres estemos preparadas para afrontarlo. También, que en un momento tan duro, nos acompañen y guíen profesionales que nos comenten todas las opciones y posibilidades que tenemos. Incluso que nos aconsejen, como hizo conmigo la matrona. Por último, se necesita más atención psicológica de manera urgente y frecuente tras estas duras pérdidas y que esta sea tanto para las madres como para los padres, quienes también acaban de perder a su hijo o hija.

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