Pregunta para Congreso de los diputados
Queremos medidas de protección reales para la infancia y adolescencia LGTBQ+ ¿Cuándo se penalizarán los delitos de odio para sentirnos realmente protegidos?
Soy Raúl, tengo 26 años y desde la infancia he tenido que sufrir insultos y agresiones simplemente por ser quien soy. La orientación sexual de cada uno no debería de ser motivo de exclusión y discriminación. Necesitamos una Ley de Protección para el Colectivo LGTBIQ+ que haga especial hincapié en los casos de acoso escolar o abusos a menores y situaciones de abandono por parte de las familias.
Las agresiones y asesinatos LGTBIfóbicos de los últimos meses solo han reafirmado el nivel de riesgo que sufrimos las personas del colectivo debido a nuestra orientación o identidad sexual. Los discursos de odio no han hecho más que aumentar y con el auge de la extrema derecha, cada vez se ven más respaldados por las instituciones. No podemos permitir que los medios de comunicación y las instituciones blanqueen estos discursos.
Necesitamos que se reconozcan los crímenes por LGTBIfobia precisamente por lo que son. Debería de haber una regulación en la que se manifestara que existe la homofobia y que hay que poner especial atención en esta problemática social. Los delitos de odio contra personas del colectivo LGTBIQ+ deben estar penados como toca. Hay que reivindicar que si te matan al grito de “maricón” importa y mucho.
Muchos de nosotros y de nosotras sentimos miedo al volver por la noche a casa. Yo normalmente si me encuentro a un grupo de chicos mientras que voy solo por la calle me cambio de acera por miedo a lo que pueda pasar. No podemos vivir con este miedo.
Todo esto tiene relación con la sociedad patriarcal en la que se marcan los roles de género desde bien pequeños. La gente no nos insulta por la calle solo por ir de la mano con nuestra pareja, lo hacen cuando vamos solos, vayamos vestidos de una forma u otra simplemente por la manera de expresarnos o los gestos.
En mi caso, un día unos chicos me increparon en la calle cuando iba hacia casa de mi novio. Yo iba con el uniforme de trabajo, ni siquiera iba vestido con mi ropa habitual, que puede ser algo más llamativa. Me llamaron “maricón de mierda” y comenzaron a seguirme por pura diversión. Y como este, he sufrido muchos otros episodios.
Esto es algo que nos sucede incluso antes de que sepamos nuestra propia orientación sexual. En los colegios e institutos sigue pasando. Creo que es importante educar en el respeto desde la infancia para que nos sintamos apoyados y los demás también aprendan a normalizar esta realidad y esta opción que es tan válida como cualquier otra.
Por todo esto, quiero pedir al Congreso de los Diputados medidas reales de protección para el colectivo LGTBIQ+ que se aborden desde la infancia y que se penalicen como es debido los delitos de odio para que podamos sentirnos realmente protegidos.