La Red Aborto Seguro nació ante la abalancha de acoso sufrido por mujeres a las puertas de diversas clínicas en España por parte de grupos antiabortistas. Es una red de acompañamiento creada por mujeres para mujeres. El objetivo es acompañar, tanto física como moralmente, a mujeres que han decidido abortar. 

Desde 2010 en España cualquier mujer mayor de edad puede interrumpir voluntariamente su embarazo durante las primeras 14 semanas de gestación. Este plazo aumenta a 21 semanas cuando se trata de un “aborto terapéutico”, es decir, por causas médicas. Pasadas las 22 semanas de gestación, se podrá practicar cuando se le detecte al feto una enfermedad grave o mortal. Todo esto se recoge en la Ley Orgánica 2/2010, donde se recoge también que el aborto debe ser  gratuíto y seguro para la mujer. 

Pero la realidad es otra. De los 88.269 abortos registrados en España el año pasado, el 84, 51% de ellos fueron realizados en centros derivados y 15,49% en centros públicos. La mayoría de mujeres que quieren interrumpir su embarazo son derivadas a clínicas privadas porque en la sanidad pública se niegan a realizar abortos acogiéndose a la objeción de conciencia. Esto se traduce en que las mujeres que deciden abortar tienen que viajar para poder hacerlo si su hospital más cercano se niega, en muchos casos incluso a otra comunidad autónoma. 

Así, la situación que se encuentran las mujeres que quieren abortar en España en la actualidad, es que muchos “profesionales” se niegan a ofrecerles un derecho recogido bajo ley, y no sólo eso, sino que además,  como muchas de ellas cuentan, el trato recibido es inhumano y vejatorio en muchas ocasiones. 

A este maltrato institucional por parte de los sanitarios, se suma el acoso recibido a las puertas de las clínicas por parte de grupos antiabortistas. Recientemente los casos de acoso por parte de estos grupos han aumentado, violentando a las mujeres hasta el punto de impedirles el acceso a la clínica y, por tanto, quitarles su derecho a decidir sobre su vida y su cuerpo. Este tipo de actuaciones son perfectamente conocidas tanto por el gobierno como por las autoridades, y ninguna de las dos instituciones ha actuado al respecto. Abortar es un derecho en España y nadie tiene derecho a impedir que una mujer lo ejerza. Nadie; ni un médico, ni un “provida”. 

Es por esto que desde el movimiento feminista exigimos que se castigue a los que impiden que las mujeres ejerzan su derecho a elegir. Es necesario y urgente que se persiga y se prohiba a los grupos antiaborto acosar y violentar a mujeres y niñas a las puertas de las clínicas, así como es necesario también que se modifique la ley para que la objeción de conciencia de un médico no pueda estar por delante de la vida de una mujer. No queremos leyes que sean papel mojado, queremos derechos reales y efectivos.