Pregunta para Congreso de los diputados
Mi hija Mariely tiene trastorno del espectro autista (TEA). ¿Cuándo se facilitará un aula TEA en todos los colegios de España, para así garantizar una educación inclusiva y sin obstáculos?
Me llamo Rocío, soy de Las Rozas de Madrid, y mi hija Mariely, de cinco años, tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA). Nació en Carolina del Norte (Estados Unidos), y a los 15 meses su pediatra vio rasgos propios del TEA. En 2017 regresamos a Madrid pensando que el sistema sería más fácil, pero no contábamos con que el Centro Regional de Coordinación y Valoración Infantil (CRECOVI) fuera a ser tan lento y burocrático. Estuvimos más de año y medio en lista de espera para hacerle una valoración, y finalmente tuvimos el diagnóstico con cuatro años.
El equipo específico de Pozuelo de Alarcón (Madrid) fue a valorarla en su colegio, que es concertado. Dictaminó que Mariely necesitaba un aula TEA, también llamada aula TGD (trastorno generalizado del desarrollo). Son aulas de máximo cinco alumnos que tienen una especialista en pedagogía terapéutica (PT) y otra en audición y lenguaje (AL). Normalmente está pensada para niños con autismo, y el objetivo es que vayan abandonando progresivamente esta aula para ir incorporándose en la ordinaria, así garantizar una buena inclusión en clase con total adaptación y apoyos.
En ese momento, nos dieron un listado de colegios de la zona noroeste para que fuéramos llamando a cada uno y preguntar si tenían alguna plaza libre. Así al menos asegurábamos un colegio, con independencia de si estaba cerca o lejos. Llegaron a recomendarnos que nos mudáramos, ya que por esta zona apenas habría posibilidades de tener plaza.
Acto seguido llamé al inspector de educación de las Rozas, le conté nuestro caso, explicándole que tan solo deseábamos que siguiera en su colegio, ya que en ese momento apenas hablaba pero empezaba a decir nombres de sus compañeros/as y el colegio la acepta, la quiere y la respeta, a lo que él me respondió: “no puedes pretender tener una hija autista y querer elegir colegio". Me parece totalmente injusto que, por tener una hija con TEA, no tenga la posibilidad de elegir la mejor escolarización para ella.
Ese día supe que debíamos luchar por abrir un aula TEA en su colegio. Tras varias instancias en el ayuntamiento, movimiento en redes sociales y bajo la amenaza de dar a conocer nuestra historia en medios, finalmente nos escucharon. Todo esto fue posible gracias a todas las personas que vieron la injusticia que estaba sufriendo nuestra hija. Todo su colegio se implicó, desde directora, orientadora, tutora, padres y madres. Nunca entendí por qué, si su colegio deseaba que siguiera como alumna y nosotros también, la Comunidad de Madrid no facilitó los apoyos o la apertura directa del aula TEA/TGD.
Cada vez me contactan más madres de Catalunya, Castilla-La Mancha, de Extremadura, entre otras, preocupadas porque las listas de espera tanto en Atención Temprana como de aulas TEA son eternas, y mientras tanto sus hijos están desamparados. Como mucho, van a un colegio ordinario con alguna PT de vez en cuando, con muy pocas horas a la semana, cuando tienen muchos problemas de lenguaje o de dependencia y necesitan mucha dedicación.
Ante esto, me quiero dirigir a los miembros del Congreso de los Diputados, ya que se trata de un problema que afecta a familias de toda España, para que todos los colegios del territorio, tanto públicos como concertados y privados, tengan una línea de educación de necesidades especiales, incluyendo un aula TEA con la figura del terapeuta ocupacional, y así garantizar una inclusión plena para los niños y niñas con este tipo de trastornos.
A diario me escriben familias desesperadas, desorientadas, sin apoyos económicos ni educativos, familias desinformadas, desamparadas, cuyos/as niños/as están siendo tratados/as como ciudadanos de segunda. Mientras exista un solo/a estudiante sin apoyos, sean cuales sean sus necesidades, debemos luchar por la igualdad, pues la inclusión es un derecho, no un privilegio.