Mi nombre es Sami y atravesé una leucemia. Todo esto me llegó siendo muy joven, ahora mismo tengo dieciocho años. Me diagnosticaron el 18 de noviembre de 2019. Estuve varios meses con síntomas, no eran muy graves por lo que no pensábamos que pudiera ser algo así.  

Uno de estos síntomas fueron las anginas. Tuve 3 veces anginas en un periodo de tiempo muy corto. Pensamos que si me operaba se solucionaría, porque yo ya había tenido problemas de anginas antes, pero en Seguridad Social solo te operan si has tenido varias veces anginas al año.  

Decidimos ir a un médico privado, me hicieron una analítica y esa misma semana me citaron en el hospital. Ese día fue muy intenso… me decían que tenía un exceso de glóbulos blancos. Me ingresaron y a los días me dieron el diagnóstico: leucemia mieloide aguda. Ahí empezó todo el camino.  

Me ingresaron 56 días, la quimio era muy fuerte. Yo estaba en la planta de aislamiento de oncología porque como te bajan las defensas casi a 0 puedes pillar cualquier virus o bacteria. En este punto me gustaría recalcar que yo ahí tenía dieciséis años, y me ingresaron en la zona para adultos. Uno de los grandes problemas que veo es que los adolescentes que estamos ingresados estamos en tierra de nadie. En oncología infantil hay muchas facilidades para los familiares de los niños ingresados pero cuando te pasan a la planta de adultos todo esto desaparece.  

Biológicamente, a esta edad, te pueden considerar un adulto pero psicológicamente no. Los adolescentes estamos totalmente olvidados en cuanto a tema asistencial. Creo que se deberían reforzar los servicios para gente de esta edad por ejemplo, ofrecer más apoyo psicológico o incluso actividades dentro del hospital. 

Tuve la suerte de que mi tratamiento lo pasé antes del COVID. Me siento afortunado porque sé que hay mucha gente que no ha tenido la oportunidad de ser diagnosticado a tiempo por todo esto. Lo único es que tuvieron que aplazar el trasplante de médula. Estaba previsto para marzo, pero no se pudo hacer hasta finales de abril.  

Es muy importante que se destinen más recursos en la investigación de la leucemia. Algunos de los compañeros que conocí en el hospital, de edades parecidas a la mía, no pudieron superar esta enfermedad.  

Otra de las cosas que quiero recalcar es que en ocasiones los hospitales tienen muy poco tacto con los familiares que nos acompañan. Yo sé que mi madre lo pasó muy mal, ella estuvo acompañándome en todo momento pero las condiciones en las que muchas veces dormía o las facilidades que nos daba el hospital eran nefastas. 

Por último, creo que es fundamental que se regulen las empresas de limpieza de los hospitales. Nosotros en el Hospital Universitario Doctor Josep Trueta vimos cosas que son… inaceptables. Hace falta que haya más inspectores sanitarios y que estos NO sean de la propia empresa. Es algo que se debería cambiar inmediatamente. También, hacen falta más controles por parte del gobierno, cada hospital es un mundo y debería haber un poco más de homogeneidad. En general está todo bastante controlado, pero hay algunos casos que son excepciones de este buen hacer y eso no debería ser así.  

Me gustaría recalcar la gran labor que han hecho los médicos, tenemos grandes profesionales y yo les estoy muy agradecido, en especial con el equipo de Badalona.  

Me gustaría que el Parlamento de Cataluña se hiciera eco de estas peticiones.