Hola, me llamo Sara Choclán, soy una persona bisexual y he decidido llevar mi orientación de manera privada en el terreno laboral porque si lo expongo de manera pública, siento que puedo sufrir represalias a la hora de buscar trabajo. Siempre trato de dar una apariencia más acorde a lo que la sociedad espera de mí. Pelo largo, ropa más femenina… y todo por miedo a que me influya negativamente.

En mi caso, que me mantengo un poco dentro del incógnito, escucho muchos comentarios que demuestran que los estereotipos de las personas LGTB siguen existiendo. Un estudio reciente de la asociación CEAR habla de que el 69% de las personas del colectivo que participaron en el estudio, sienten que están en desventaja a la hora de encontrar trabajo. Y el porcentaje es aún mayor si hablamos de las personas trans. 

El problema del colectivo LGTB es que, aunque las grandes agresiones estén más controladas, se dan una gran cantidad microagresiones que derivan en desigualdades laborales, pero no se consideran acoso laboral. Además, son muchas las ocasiones en las que las personas que las sufren no se ven capaces de denunciar por miedo a perder sus trabajos. Y ciertas empresas, a la hora de buscar candidatos, parten de la base de no querer personas del colectivo LGTB. 

Si las personas del colectivo nos mostramos con Orgullo, corremos el riesgo de ser juzgados y descartados de los procesos selectivos. Por ello quiero dirigirme a los miembros de la Asamblea de Madrid, porque creo que son las propias instituciones las que deberían decir abiertamente que no discriminan a las personas LGTB. Al igual que las empresas, que deberían decir de manera transparente si contratan o no a la gente LGTB y, si es así, garantizarnos un espacio seguro, el cumplimiento de nuestros derechos y la no discriminación de personas en base a su identidad. Gracias a esto, las personas del colectivo nos sentiríamos más seguras a la hora de mandar nuestros Curriculum.