Pregunta para Parlamento de Catalunya

La temprana utilización de las redes sociales ha fomentado la obsesión por el físico ¿Por qué no se dan charlas y talleres en los institutos para prevenir problemas derivados de esto como los TCA?

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Sara Díaz Pregunta de Sara Díaz

Mi nombre es Sara y sufrí anorexia cuando tenía 14 años. Creo que tuve suerte de no tener en aquella época la exposición que tienen ahora los niños, niñas y adolescentes a las redes sociales. La temprana utilización de las redes sin duda ha fomentado la obsesión por compararse con cuerpos ajenos. Esto es mucho más peligroso de lo que parece, ¿por qué no se intenta prevenir desde los centros educativos?

Es necesario concienciar sobre los TCA, ya que son una realidad cada vez más visible en nuestra sociedad. Los niños, niñas o adolescentes que se encuentren en una situación de riesgo tienen que saber aprender a pedir ayuda, a identificar el problema y dar la voz de alarma. Fomentar la autoestima cuando son adolescentes es clave para que no caigan en trastornos alimenticios o problemas de salud mental similares. Es cierto que en algunos centros ya se han impartido talleres de este tipo, pero sigue sin darse la prioridad que merece. Habría que hacer más  hincapié en esto y destinar más recursos para la salud mental en general.

Hay que quitar el estigma del género, cada vez hay más chicos que se obsesionan con su imagen y caen en esta problemática. Todo el mundo es sensible a las críticas y cada vez damos más importancia al físico y a la imagen que proyectamos en las redes sociales. Es cierto que socialmente las mujeres siempre han sentido un mayor peso social por cumplir con los cánones de belleza convencionales y realmente la incidencia de los TCA en nosotras sigue siendo mayor, pero cada vez hay más hombres, incluso niños que se obsesionan con esto y llega a convertirse en algo problemático.

Creo que las redes sociales tienen cosas muy positivas, pero, por otro lado, nos han hecho caer en un círculo de comparación constante. Llegamos a mostrar una falsa felicidad por que es lo que el resto del mundo espera de nosotras. Todo esto va creando un caldo de cultivo muy peligroso. 

El acoso escolar también es un factor muy relevante a la hora de caer en este tipo de trastornos. Yo lo sufrí desde muy pequeña, se metían conmigo por ser diferente al resto, por no seguir un canon de belleza común. Mi entrada al instituto fue el detonante. Empecé a sentir que algo estaba cambiando en mí, me empecé a preocupar por cosas a las que antes no daba importancia y poco a poco desarrollé los síntomas del TCA. Al final esto viene provocado por la idea de pertenencia de grupo. Cambias ciertas cosas de ti por querer encajar con el resto, no quieres ser un foco de burlas solo quieres ser normal. Muchas veces tu ya llevas una “mochila” personal, emocional, familiar que te hace más vulnerable, y esa obsesión por la imagen corporal se convierte en una vía de escape, el mayor logro a conseguir.

Todavía hay muy poca concienciación sobre esto. Recuerdo que cuando caí en la enfermedad mucha gente me decía “con lo guapa que eres ¿cómo has podido llegar a esto?”. Hay muy poco entendimiento, muy poca empatía, la gente no lo acaba de comprender. Por eso creo que es necesario realizar talleres y charlas de concienciación para poder identificar el problema y sus causas. Desde aquí pido al Parlament de Catalunya que se tomen medidas desde los centros educativos para prevenir problemas derivados de la obsesión con el cuerpo como los TCA. 

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