Me llamo Sergio y vivo en Sevilla. En 2009, me detecté un bulto en el cuello. Cuando los profesionales sanitarios me visitaron, se percataron de que tenía un ganglio inflamado y consideraron que era necesario practicarme una biopsia. A raíz de esta prueba, me diagnosticaron un Linfoma de Hodgkin. 

Estuve dos años recibiendo tratamiento de quimioterapia hasta que en 2011 me practicaron el primer trasplante de médula ósea. A partir de este momento, he tenido tres recaídas en casi 9 años. Actualmente, y desde hace un año, estoy en remisión. 

En estos momentos estoy conllevando los efectos secundarios que me dejó tanto tratamiento de quimioterapia. Tuve una neumonía que me ocasionó un ingreso de cinco meses en el hospital y una intervención quirúrgica para quitarme el lóbulo superior del pulmón derecho. Después de mi paso por la Unidad de Curas Intensivas (UCI) debido a la afección de este virus, a la pérdida de 30kg i a la pérdida, también, de toda la masa muscular, tuve que aprender a andar de nuevo. 

Para recuperarme y volver a aprender a caminar, he requerido, básica y evidentemente, del servicio de fisioterapia. En el hospital, cada día venía un fisioterapeuta para hacerme rehabilitación, pero una vez salí, aunque la idea era que siguiera el tratamiento que ofrece la seguridad social, hay mucha demora. Después de un año todavía espero que me llamen para darme cita en rehabilitación. 

Yo soy fisioterapeuta y me he podido apañar en este sentido con compañeros que me han ayudado, pero considero que hay que dar visibilidad a este aspecto e incidir sobre el mismo. Es por esto que me dirijo a los políticos del Parlamento de Andalucía, ya que son quienes me representan, para que me respondan, concretamente: ¿Por qué no se refuerza el servicio de fisioterapia en los hospitales y se garantiza un seguimiento una vez recibido el alta? También me gustaría que las instituciones elevaran mi petición a Juanma Nieblas, presidente del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía. 

Finalmente, quiero dar mención a una campaña de recaudación de fondos para la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) mediante el cual he conseguido 2.665 euros solidarios. A través de la venta de pulseras 'Fuerza y Honor' he impulsado el proyecto que tiene como objetivo apoyar la investigación contra el cáncer. Este dinero lo he recaudado gracias a donaciones que han hecho, mayoritariamente, vecinos, comercios y asociaciones de Mairena de Alcor, el pueblo donde vivo.