Me llamo Sheila, vivo en Madrid y mi hijo mayor de 6 años tiene TDAH. Cuando iba a infantil, lo notábamos bastante inquieto, comía muy deprisa y era bastante nervioso en general; cuando pasó a la etapa escolar, ya nos pareció demasiado, además, coincidió con el confinamiento. Decidimos llevarlo a la pediatra y esta lo derivó al neurólogo; nos dijeron que sospechaban que podría tener TDAH pero que era muy pequeño como para darle un diagnóstico, por tanto, nos citaron seis meses más tarde y nos dieron los documentos para ser valorado en atención temprana.

Una vez recabada la documentación para atención temprana, volvimos al neurólogo, ya nos lo dijo, tenía un trastorno de atención e hiperactividad combinado; tuve que buscar toda la información por mi cuenta porque nadie te explica nada; con esta condición, una parte del cerebro te funciona más rápido de lo normal y cuesta más concentrarse. A mi hijo le ha afectado mucho a nivel escolar; le midieron el coeficiente intelectual y todo estaba dentro de lo normal, pero claro, a la larga y sin las ayudas y apoyo pertinentes, puede llegar a perder algún curso; los niños con TDAH, tienen bastantes posibilidades de tener fracaso escolar.

No recibimos ningún tipo de ayuda, no te toman en cuenta hasta que el niño tiene un retraso curricular de un año; una vez que cumplen este requisito, tardan también un año en atenderte de nuevo. La única ayuda a la que podemos optar, son 130 euros para pedagogía, y eso en caso de tener reconocida una discapacidad del 33%; mi hijo no necesita algo tan concreto, desde los 5 años, recibe clases particulares dos veces por semana, es lo que mejor le ha venido, pero claro, todo corre de nuestra cuenta. También cabe destacar, que lleva medicado desde los 4 años y medio, se ve una gran mejoría, está más relajado y reconoce mejor los peligros, algo que antes no hacía.

Queremos más ayudas en lo referente al tema escolar, hace unos años, la Comunidad de Madrid las otorgaba, pero las han quitado considerando que las personaron TDAH no lo requieren; necesitan apoyo psicoconductual, y sobre todo, muchas actividades extraescolares que los mantengan entretenidos y cansados. Si cogen los casos demasiado tarde, pueden perder un año escolar, ir por detrás de sus amigos y eso los frustra enormemente, con un diagnóstico temprano y las ayudas adecuadas, todo esto puede evitarse.