Pregunta para Congreso de los diputados
Los niños y niñas necesitan a sus padres, ¿cuándo se van a implementar medidas de conciliación reales como campamentos gratuitos, jornadas flexibles o beneficios fiscales?
Mi nombre es Silvia y crío junto a mi pareja David a dos niñas pequeñas, una de 4 años y otra de 7. Antes de convertirnos en padres, hicimos todos los cálculos posibles para asegurarnos de que íbamos a poder mantenerlas y cuidarlas. Sin embargo, en la práctica, el día a día nos desborda. Aún yendo a la guardería y al colegio públicos, a duras penas llegamos a final de mes. Y aún trabajando a jornada reducida siento que vivimos a contrarreloj. ¿Cuándo se van a implementar medidas de conciliación reales como campamentos gratuitos, jornadas flexibles o beneficios fiscales?
Tener un hijo es caro y requiere sacrificio. España es uno de los países cuya tasa de natalidad es cada vez más baja porque las condiciones laborales muchas veces no te permiten sacar adelante a una familia.
Cuando decidimos tener a las niñas, yo pensaba que iba a tener un embarazo de película y un parto idílico, que iba a tener tiempo para compartir en familia y que mi vida sería un cuento de hadas. Mis amigas me avisaron de que no sería así, pero cuándo me avisaban de que no iba a tener tiempo para nada pensaba que se referían solo a salir por ahí a cenar o ir al cine. Cuando me vi en pleno postparto sin poder lavarme el pelo o comer caliente, agobiada por poder llegar a fin de mes y con ganas de llorar todo el día me di de bruces con la realidad. Dijeron que podía volar y cuando lo creí me vi en una jaula llamada conciliación y tuve que sacrificar mis alas.
Todas las medidas de conciliación son solo hasta los 3 años y el problema empieza cuando van al colegio. Al final los más perjudicados son los niños. Contamos con que se los van a quedar los abuelos, pero ellos no son los responsables. La única forma de conciliar es soltando dinero. Vivir así es un infierno.
Cuando tienes a tú bebé se pone malo y tú ya te has incorporado al trabajo te ves totalmente desprotegida. La semana pasada la profesora de mi hija pequeña dio positivo en Covid-19 y nos dijeron que teníamos que dejar a la niña aislada, aunque nosotros podíamos hacer “vida normal”. Yo no puedo dejar a mi hija de 4 años sola en casa e irme a trabajar y tampoco me puedo pedir días de vacaciones para esto. Ni siquiera tenemos suficientes días de vacaciones para conciliar lo normal, imagina en lo extraordinario. Que tu hija se ponga mala y tu tener que discutir con tu pareja por ver cómo lo vais a hacer o quién va a tener que hacer malabares con los días para quedarse, en vez de preocuparte por la enfermedad de tu hija no debería de ser lo normal.
La única solución que se nos da ante esto es reducir la jornada o dejar de trabajar. Pero esto es inviable, porque los gastos son muy superiores a los ingresos y todo solo para poder conciliar. Que mis hijas se queden a desayunar en el cole me cuesta 70€ al mes, que salgan más tarde me cuesta 80€, los campamentos me cuestan 1.000€ en verano y 400€ en navidades. Nosotros solo tenemos un mes de vacaciones al año y ni siquiera podemos elegir los días.
Con mi sueldo y el de mi marido, no llegamos a final de mes y tenemos la presión de endeudarnos cada vez más. Tendrían que haber compensaciones para todas las familias que nos reducimos la jornada para poder cubrir estas necesidades. Prácticamente en todas las familias uno de los dos progenitores tiene reducción de jornada.
Actualmente, con el permiso de paternidad lo que está pasando es que los padres tienen miedo de coger las 16 semanas que les corresponden. Socialmente y por parte de las empresas sigue estando mal visto y por miedo al despido al final los padres suelen coger solo las 6 semanas obligatorias.
Necesitamos medidas de conciliación reales ya. Necesitamos que las empresas que puedan ofrecer teletrabajo lo hagan como medida de conciliación, necesitamos campamentos de verano gratuitos o deducibles en la declaración de la renta. Que se plantee un modelo de contrato como el que existe en otros países para que las jornadas sean flexibles y se puedan adaptar los días libres a las vacaciones escolares. También necesitamos beneficios fiscales, ayudas tanto a las familias como a las empresas para que puedan ofrecer medidas de conciliación. Además, en sectores como el del comercio o el de la hostelería queremos una racionalización de los horarios.
Por todo esto exijo al Congreso de los Diputados que se ofrezcan medidas reales para poder conciliar trabajo y familia. Las familias no podemos seguir siendo invisibles porque somos un motor económico necesario y sin los recursos necesarios al final los que salen perjudicados son nuestros niños y niñas.