Hemos sido el país con más contagios entre el personal sanitario (20%), fundamentalmente por la falta de EPIS y mala gestión sanitaria. 

Me llamo Silvia, tengo 29 años y soy enfermera en el Hospital Gregorio Marañón. Actualmente me encuentro de baja por covid-19. Estuve trabajando sin descanso durante los momentos más duros de la pandemia. Mis compañeras iban cayendo enfermas mientras que yo aguanté trabajando a pesar de las condiciones que tuvimos. Me obsesioné tanto con la idea de ayudar que no conseguía dormir más de 2 horas al día, en algunos periodos. 

No he podido mantener esas energías más y cuando me he contagiado de covid se me ha complicado la enfermedad hasta el punto de necesitar una cámara hiperbárica. Este aparato, que me administra oxígeno de alta presión, me lo he tenido que pagar por la privada. Es un tratamiento bastante caro. Me fallan las piernas si estoy mucho tiempo de pie, tengo taquicardias y a veces me cuenta respirar. Aunque consigo aguantar el tema de la respiración porque estoy acostumbrada a hacer deporte, de niña competía en natación y eso me ayuda. Aunque he tenido momentos en que la cabeza no me funcionaba bien, tuve dolores muy intensos. No me han dado ninguna atención sanitaria. El único seguimiento que he recibido han sido llamadas telefónicas de la enfermera de Salud Laboral tras llamar nosotras muchas veces. Porque este problema lo hemos tenido todas las enfermeras contagiadas. 

Las enfermeras somos un colectivo con una profunda vocación de servicio público, pero esta circunstancia tan solidaria y humanizada debe dejar de confundirse con la renuncia de nuestros derechos laborales. 

Para reivindicar nuestros derechos laborales, nos hemos unido más de 3.000 profesionales de enfermería para presentar a la Comunidad de Madrid un decálogo de necesidades laborales de la que me hago eco:

• Exigimos una equiparación salarial con respecto a las CCAA que disponen de retribuciones más altas. Además de la recuperación de la jornada de 35 horas semanales, derecho del que ya gozan los compañeros de otras Comunidades Autónomas.
• Una mejora en la retribución de horas nocturnas, festivos especiales incluidos los sábados, equiparación por las horas nocturnas como otros colectivos.
• Adelanto de la edad ordinaria de jubilación a los 60 años, justificada por las exigencias psicofísicas que se han hecho tan evidentes en la pandemia. Pedimos unas condiciones que ya tiene la policía local o los bomberos.
• Abono íntegro del complemento de Carrera Profesional para todo el personal fijo, interino y eventual de la Comunidad de Madrid. El Tribunal Supremo considera discriminatorio excluir a los trabajadores temporales de este reconocimiento. Por lo que, acatando esta petición, la Comunidad de Madrid evitará las miles de demandas y condenas que pagaremos todos los madrileños.
• Reconocimiento del plus o Complemento de Peligrosidad de manera retroactiva desde el 1 de marzo de 2020, por las circunstancias en las que hemos trabajado y seguimos trabajando: contacto contínuo de tóxicos, riesgo de contagios, accidentes y agresiones.
• Acabar con la temporalidad y precariedad laboral endémica en el empleo público de la Comunidad de Madrid. Solicitamos que se oferte el 100% de las plazas vacantes para enfermería en las próximas oposiciones.

Para que nuestras historias se escuchen y nuestra peticiones lleguen a la Asamblea de la Comunidad de Madrid necesitamos 500 apoyos. Ayúdanos firmando y compartiendo esta campaña, ¡gracias!