Pregunta para Parlamento de Andalucía

Basta ya de discriminar a los niños/niñas autistas, ¿por qué desde los colegios no se dan los recursos que nuestros pequeños necesitan?

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Silvia Polo Pregunta de Silvia Polo

 

Mi nombre es Silvia Polo y soy una madre que siempre lucharé por mi hija y por sus derechos. Todo esto comienza porque en febrero se le hace a mi hija un estudio del perfil sensorial, en este se ve que es hipersensible sensible visual, táctil, hipo sensibilidad, dificultades en la modulación auditiva, etc. A través de ese estudio lo hablo con la profesora para que entienda la situación. La profesora ya ahí es reacia a escuchar lo que yo le quiero explicar sobre mi hija. Me daba largas “me decía que lo tendría en cuenta o que no veía que pasara eso en mi hija”. Mi hija es autista y en ciertas situaciones se tienen que actuar de un determinado modo que no tienen en cuenta en el colegio y que no ponen los recursos para hacerlo.  

Mi primera lucha con el colegio fue intentar instaurar una Sombra en sus clases. Un recurso que la acompaña y que es para atender las necesidades del niño/a, para ayudarles y darle autonomía e independencia, sobre todo en el ámbito escolar. Nunca había existido esta figura en el colegio. Me dijeron que no era legal, que lo habían llevado a juicio y ellos habían ganado. Me intentaron meter miedo. Y yo dije que me daba igual y que lo iba a pelear por mi hija. Y al final me dejaron. No me querían dar la información para poder hacerlo, porque sin la asociación que estaba sin un programa con lo de la Sombra no podría tenerla. Gracias a la información que me dio la profesora, pude solicitar la programación a mi asociación y al final lo acabé consiguiendo. Y ya no es solo con mi hija sino para cualquier niño. 

Tras realizar el estudio y comentárselo a la profesora, me solicitaron el informe. Se lo di y también ejemplos para que se entienda mejor la situación de mi hija. Y, por tanto, cómo pueden actuar para que no lo pase mal mi pequeña. A pesar de eso, estuve un mes y medio intentando que le tuvieran en cuentas sus adaptaciones y necesidades sensoriales. Fue un tiempo de pura ansiedad porque veía que era imposible que tuvieran en cuenta a mi hija. Y al final lo poco que hicieron era para tenerme callada. Esto es abuso, es maltrato. La profesora era conocedora, al igual que el director y la orientadora. Sobre todo, la profesora consideraba que no era  importante, que yo era sobreprotectora.

Aunque yo y la terapeuta se lo hemos dicho, no hacen nada. En el día del autismo se refería a mí la profesora. Sobre el autismo hay mucha desinformación y mentira sobre lo que son los mitos. Por eso, cuando en mayo llegó la excursión me sentí traicionada por la profesora, porque ni siquiera me informaron. Había madres que preguntaron si podrían ir. Le hablé por privado porque son muchas cosas que con tiempo se pueden solucionar porque era una situación completamente nueva para mi hija. Me da con la puerta y me dice que los padres no pueden ir, que ya había monitores para niños con necesidades especiales. Ese mismo día fui al colegio para hablar con la persona que organizaba la actividad. Me dieron un folio para hacerle llegar las preguntas al director. A la salida del colegio me esperaba la profesora me dice que la formación que yo quiero no está. Que no es posible. Ella me dio varias opciones, una que ella creía que la sombra de mi hija no iba a haber problema fuera, que es la que yo pago de mi bolsillo. La excursión, más la Sombra, más la gasolina de su coche, sería unos 100 euros, y a esto sumarle que la Sombra tenga disponibilidad. 

Otra opción que me dio es que si no le gustaba la comida… Le dije que no era eso, que era por la hiper sensibilidad táctil su cerebro responde de forma diferente. Y la otra opción, fue que si veía un problema que no fuera mi hija. Y claro yo le dije que eso no era una opción que era discriminación. Este tipo de necesidades parecen invisibles y ellos solo lo ven cuando es la crisis. Y esto acaba creando traumas y trastornos para toda la vida. En la clase también hay otro niño autista que no habla, que ha tenido crisis que yo las he escuchado y que no entiendo qué hacen con él. En una tutoría ella me explica como tratan según ella “rabietas” o “como que el niño está muy nervioso”. La manera que tiene que abordarlas, es decirles a los niños “que Juan se ha puesto nervioso, hay que bajar la voz.” Si ven que las cosas que hacen no funcionan lo dejan hasta que pare de llorar. No tiene ni idea de cómo actuar en esa situación de crisis. Cuando ella me dice que va a estar ella en la excursión, yo no me quedo tranquila.

Yo vi que se estaban echando la pelota los unos a otros. Fui al colegio y les pedí que hicieran un registro de entrada con toda la situación detallada desde que pasó que lo iba a llevar a educación. Hablé con dos inspectores de educación, me dijeron que era discriminatorio y que entendía que yo tuviera que ir, porque ella lleva muy poco de terapia muy pequeña para poder hacer frente a todos los desafíos que presenta la situación. Rato después me llamó la inspectora de mi zona, ella parece ser que la entiende, dice que es discriminatorio, pero luego ella dice que no puede obligar al centro a que me lleven. Y yo le dije que necesitaba una respuesta, que yo no quería que me llevaran de excursión, sino que me ayudaran. Me dijo que el colegio debía tener los servicios para permitir que ella pudiera ir, mi hija. Y dice que la profesora debería estar capacitada para ayudarla y le dijo que no era así. 

El director me llamó diciéndome que iban a aumentar el número de profesores. Y me dijo que ya así estaría, pero yo le dije que no, que más personas no significaba mejor formados. Ya ahí empezó a decir que yo tergiversar las cosas. Yo lo que hice es que me presenté en educación para darle registro, me dijeron que si no me daban respuesta que llamara. Pero me dieron la misma respuesta. Pasó el día de la excursión y mi hija no pudo ir. Y a toda esta situación, se le suma que también están haciendo obras en la acera del centro escolar de mi hija. Y este tipo de ruidos le afectan mucho. Por eso le puse los auriculares de cancelación, se lo comenté a la Sombra para que hablara con la profesora. Su respuesta es que no tiene problema, pero que lo ha hablado con el director, y que para ponerse los cascos tengo que llevar un informe de la pediatra. A un niño que necesita gafas o el que necesita los audífonos no hay problema, no se les pide ningún informe. En cambio, a mi hija sí, porque esto es discriminatorio. Mi hija no tiene derecho a utilizar la adaptación a su necesidad. 

Por eso le pido a las instituciones, en concreto al Parlamento de Andalucía, que actúen en estas situaciones. No puede ser que llegar a educación sea el cierre de estas situaciones y nos den respuestas genéricas que aplican en sus protocolos. No podemos seguir esperando, basta ya de discriminar a los niños/niñas autistas, ¿por qué desde los colegios no se dan los recursos que nuestros pequeños necesitan? Con tu firma nuestro mensaje llegará más lejos. Tienen unos derechos que no son respetados, son apartados y no les ayudan a integrarse. DEJEN DE DISCRIMINAR A NUESTROS PEQUEÑOS Y PEQUEÑAS. 
 

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