Pregunta para Congreso de los diputados
La pandemia ha dejado en evidencia el deterioro que ha sufrido durante estos años la Atención Primaria. ¡Es hora de apostar por ella con recursos, inversión y planificación!
Hola, somos la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Fruto de la situación por la que venimos pasando en los últimos tiempos, hemos elaborado un documento para localizar los problemas de la gestión clínica de los centros de salud de cada comunidad, ya que la Atención Primaria es el centro de nuestro trabajo.
Con esa idea nace esta compilación de propuestas que puedes consultar haciendo click aquí. Son 23 recomendaciones y 17 propuestas para la reorganización de las consultas de los centros de salud que ya han sido remitidas por la SEMG al Ministerio de Sanidad y a las distintas comunidades autónomas.
El objetivo general es que, de una vez por todas, seamos valorados. Toca aumentar el porcentaje presupuestario para Atención Primaria, ya que no llega de media ni al 14% cuando la OMS sugiere que esté por encima del 25%. Esto supone que los médicos de familia se vayan al extranjero o al sector privado.
Son muchas medidas que están incluidas en el documento. Somos la puerta no solo de entrada sino también de salida del sistema, hasta tal punto que estábamos en una situación crítica y la pandemia puso nuestras debilidades en evidencia.
Ahora existe el peligro de que, ante la ausencia de personal suficiente, se busquen alternativas con otros profesionales, una propuesta que tampoco es aceptada por la mayoría de las profesionales; a lo que se suma la llegada de médicos con titulación no homologada de otros países que quieren que sus títulos sean convalidados en España sin pasar el MIR.
La Atención Primaria lleva viviendo un deterioro en sus condiciones de trabajo desde hace años, suplido por el esfuerzo de los médicos. La pandemia ha roto el equilibrio inestable alcanzado y, como consecuencia, la población ha podido ver la situación real de la AP.
En la actualidad, la media de pacientes que ve un médico de familia al día es más de 30, con contratos peores que en el nivel hospitalario o en el ámbito de las mutuas.
Por esto y por muchas otras cosas más aquí van nuestras recomendaciones:
1. Ajustar la inversión en Atención Primaria a las recomendaciones emitidas por la OMS, UEMO y el Foro de Médicos de AP, alcanzando el 25% de la partida presupuestaria que se destina a Sanidad, estableciendo una subida mínima anual del 2,5% para alcanzar antes de 2025 ese porcentaje.
2. Facilitar y valorar mejor la formación del Médico en las Universidades, incorporando la Medicina de Familia como asignatura obligatoria en el Grado/Master desarrollada por Médicos de Familia en Departamentos de Medicina de Familia; favorecer el acceso de la docencia y el desarrollo profesional.
3. Respecto a la Formación Sanitaria Especializada, MIR, también debería ofertarse la totalidad de plazas de formación disponibles en todos los centros sanitarios exigiendo a las CCAA que oferten todas las plazas acreditadas. También debería modificarse los criterios de nombramiento de tutores para, sin perder calidad docente, poder aumentar el número de los mismos, realizando un reconocimiento laboral, académico y económico… por la labor e implicación docente.
4. Reorientación de la formación en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC), potenciando la formación en Atención Primaria frente a otros servicios hospitalarios en los cuales, más que recibir la formación que corresponde, se utilizan como mano de obra barata.
5. Empoderamiento de la figura del Médico de Atención Primaria, dotándole del prestigio y relevancia que tuvo antaño, difundiendo públicamente su actividad, participación en el control y seguimiento de todas las enfermedades, la gestión de prestaciones sanitarias y sociales que tiene, así como las actuaciones en la prevención de enfermedad y promoción de la salud que la pandemia ha demostrado como imprescindibles para la salud de los ciudadanos.
6. Se establecerán líneas de coordinación entre niveles asistenciales con representación proporcional de ambas partes, para establecer procesos asistenciales consensuados.
7. Si el especialista hospitalario considera que el paciente debe ser valorado por otro especialista, debe derivarlo directamente, para evitar más trámites y la sobrecarga asistencial que supone una nueva cita con su Médico de Familia. Será el facultativo que realizó la derivación el que recibirá la respuesta de la misma, cerrará el episodio correspondiente e informará al Médico de Familia.
8. Rediseñar la accesibilidad al centro de salud, estableciendo mecanismos de filtro eficaces para redirigirlos en función de su necesidad.
9. Definición de las competencias del Médico de Atención Primaria, evitando el intrusismo profesional y vigilando el cumplimiento de los roles profesionales adjudicados, deteriorando la calidad de los servicios de Atención Primaria y sobrecargando a los Médicos.
10. En pacientes ingresados donde esté indicada la baja laboral, ésta debería ser expedida por el médico responsable del paciente durante el ingreso, hasta el alta hospitalaria. En el informe de alta hospitalaria se le indicaría que los sucesivos partes de confirmación serían recogidos en la consulta de su Médico de Familia, previa solicitud de cita. Para ello, debería consensuarse el procedimiento con la Inspección, e incluirse en la historia clínica electrónica hospitalaria módulo para la expedición de parte de baja y confirmación.
11. Favorecer el desarrollo profesional de los Médicos, incluyendo en el horario laboral sus horas de formación, estimulando y valorando la formación continuada de los mismos.
12. Potenciar la estabilidad laboral y conciliación familiar, pilares fundamentales en el desarrollo profesional del médico, que deben compatibilizarse con el desarrollo personal y familiar de los profesionales sanitarios, para hacer que la AP sea atractiva para los mismos.
13. Dimensionar las plantillas a las nuevas necesidades y a la demanda de la población, así como al nuevo rol que debe de tener la Atención Primaria, mostrado por la pandemia de la COVID-19.
14. Potenciar en los centros de salud el desarrollo tecnológico o accesibilidad a la petición de las pruebas y tratamientos que precisa el paciente, sin aplicar limitaciones a las mismas por pertenecer a un nivel de atención u otro.
15. Unificar las remuneraciones entre la Atención Primaria y la Atención Hospitalaria, eliminando la actual situación que parece valorar más un trabajo en el hospital que en un centro de salud.
16. Necesidad de cubrir todas las plazas. Se deberá realizar una Oferta Pública de Empleo de forma periódica, con el fin de evitar el déficit de profesionales.
17. Crear incentivos profesionales para que los Médicos tengan mayor motivación.
18. Avanzar en la interacción fomentando la comunicación y colaboración con los Servicios Sociales, para una visión integral de los pacientes más vulnerables, fomentando la integración en la sociedad.
19. Mejorar la interrelación entre niveles asistenciales, implantando una historia clínica electrónica única, mejorando la información y trabajando en equipo.
20. Incentivar la actuación de los profesionales del Centro de Salud en la sociedad, mediante colaboración con grupos de opinión, ayuntamientos, asociaciones de pacientes y otros grupos sociales.
21. Desburocratización de tareas del Médico de AP, desde la tramitación de informes, justificantes, reconocimientos para oposiciones públicas, a la prescripción de fármacos de dispensación en otro nivel asistencial o la tramitación de la Incapacidad Temporal solo en Atención Primaria.
22. La respuesta a la demanda del usuario debe ser asumida por aquel miembro del equipo que tenga competencia para ello, atendiendo a la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias 44/2003. Además, las competencias en materia de dirección de los centros de salud entendemos que deben recaer exclusivamente en el personal facultativo, tal y como recogen distintas sentencias dictadas hasta el momento por el TSJA.
23. La acreditación de centros y el nombramiento de tutores en los Centros de Salud rurales y urbanos son incuestionablemente importantes para garantizar su supervivencia. Mejorar la formación de los Médicos de Familia repartiendo las rotaciones tanto en Equipos de Atención Primaria (EAP) rurales como urbanos. Es decir, la integración de los EAP rurales como dispositivos docentes para la Formación Sanitaria Especializada.