Pregunta para Congreso de los diputados

El trabajo de interna es muy duro psicológicamente, el maltrato, el abuso y el acoso son insufribles. ¡Necesitamos controles por parte de las instituciones que nos protejan de este tipo de situaciones!

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Sol . Pregunta de Sol .

He sido empleada de hogar y también he trabajado de interna. Se trabaja con un salario bajo, por no decir insultante, y con un horario laboral incierto. Además, es aún un trabajo INVISIBILIZADO por la sociedad y las instituciones.

Edith Spínola es activista por los derechos y el reconocimiento de las trabajadoras del hogar y de los cuidados, y como cuenta ella: no se reconoce a la trabajadora, como la trabajadora. Se la reconoce como la “chacha”, “la que cuida”, “la empleadita”. Con esto, abusan de nosotras.

Empecé a trabajar de interna porque tuve que cerrar mi negocio y no tenía ingresos para mantener a mi familia. Las personas que contratan cuidadoras, muchas veces dicen: “te puedo pagar esto, si no lo aceptas, tengo muchas mujeres esperando que lo harán”, y lo aceptas, porque lo necesitas. Por cuidar a una persona con alzheimer, llegué a cobrar 2 euros la hora.

En mi primer trabajo, trabajaba de domingo a domingo, con un horario de 11 horas por 500 euros mensuales. Por poner un ejemplo de las condiciones, no me daban ni el desayuno ni la cena y la mujer que cuidaba contaba hasta las rebanadas de pan o la cantidad de leche que había con el estrés que esto supone, además del trato tan humillante que recibía gritándome cuando tenía que dar una orden. En el último trabajo que tuve como interna, salí con depresión. Trabajaba de interna seis días a la semana, pero con solo 6 horas aseguradas (por ende, sin un contrato de interna). La mujer que cuidaba era muy autoritaria: no dejaba que hiciera mi trabajo, no me dejaba dormir, me acosaba, no quería tomar los medicamentos que le daba, se negaba a que yo la manejara con la grúa para poder asearla y llegó a decir que era yo la que la maltrataba pidiendo socorro a gritos a las 3 de la madrugada. Me vi obligada a soportar está situación durante un año y medio hasta que encontré otro trabajo, pero eso era un AUTÉNTICO INFIERNO.

Me gustaría decirle a esas personas que contratan cuidadoras, que el trabajo de interna es muy duro psicológicamente. EL MALTRATO, EL ABUSO Y EL ACOSO SON INSUFRIBLES. Somos seres sintientes y nos tienen las 24h encerradas, explotadas, y cobrando una miseria porque saben que necesitamos el dinero. Entré en depresión por el abuso que ejercían sobre mí, llegué a padecer el síndrome del cuidador quemado y me sentí como una esclava, pisoteada, humillada y muy poco valorada, por parte de familiares o por parte de los/las pacientes.

Con esta petición me dirijo a los políticos/as del Congreso de los Diputados. Mientras la ley y la visión de las personas no cambien, mientras la sociedad no sea consciente de lo que pasa, esto seguirá igual. Necesitamos controles por parte de las instituciones que nos protejan de este tipo de situaciones.

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