Pregunta para Asamblea de Madrid
Los trastornos de la conducta alimentaria son muy variados y complejos, hay que trabajar en su prevención. ¿Cuándo van a implantar programas y campañas de concienciación sobre TCA para padres?
Me llamo Sonia Lucena y soy psicóloga y nutricionista especializada en TCA. Trabajo con mujeres que quieren cuidarse de forma permanente, que entiendan que hay que hacerlo para estar sano y no para adelgazar; lo hago de una manera multidisciplinar, ofreciéndoles tratamiento psicológico, asesoramiento nutricional y con un equipo de entrenadores que preparan el entrenamiento físico.
Un trastorno de la conducta alimentaria va mucho más allá del mero hecho de querer perder peso y cada vez hay más variantes; el culto al cuerpo ha sido uno de los grandes detonantes de que la gente quiere alcanzar la delgadez. Es algo muy complejo, y por eso, creo en la importancia de la prevención; debería haber intervenciones y prevenciones a nivel escolar y familiar que expliquen como deben cuidarse las personas y que se base en cómo nos sentimos y no en lo que dice una báscula.
Un TCA tiene muchos detonantes multufactoriales; uno de ellos, es la ausencia paternal, los padres trabajan mucho y están poco tiempo en casa; otro alto porcentaje es la presencia de las redes sociales, los jóvenes y adolescentes pasan muchas horas inmersos en ellas y el contenido tiene poco control; muchas/os famosas/os que son referentes para ellos, fomentan esta delgadez. Los niños no son capaces de identificar cuando están tristes, y al no controlar sus emociones, buscan algo de lo que si puedan ejercer el control y esto no deja de ser una forma de autolesionarse: qué como, qué no como, si vomito… Hay que sumarle la obsesión de los padres por adelgazar, hacen dietas de forma permanente de lo más diversas: dieta Keto, dieta Dunkan… Por otra parte, ha surgido otro movimiento, la gordofobia, personas que hacen apología de su cuerpo y ocasionan el efecto contrario, no es sano ni el sobrepeso ni la extrema delgadez, hay que encontrar el punto saludable.
Necesitamos que implanten programas para padres y campañas de concienciación; tenemos que crear esa responsabilidad emocional en los padres, no solo somos responsables de su educación académica, sino también del tipo de persona en el que se están convirtiendo. Una educación nutricional es fundamental, no debemos olvidar que el intestino es nuestro segundo cerebro, y si no equilibramos alimentación con emoción, no vamos a poder estar en paz. Un trastorno de la conducta alimentaria es muy duro y muy complejo, está en nuestras manos tomar las medidas necesarias para prevenirlo, más vale prevenir que curar.