Pregunta para Congreso de los diputados
¿Por qué no se invierten las partidas presupuestarias necesarias para garantizar una educación segura para todos este nuevo curso?
La educación, ese quebradero de cabeza. Esta oración podría ser, fácilmente, un titular en cualquier periódico hoy. Las incógnitas se multiplican mientras que el gobierno central, deseoso de lavarse las manos, ha cedido las competencias en materia de protocolos sobre el Covid-19 a las Comunidades Autónomas que, a su vez, han hecho lo propio, delegando en los centros esta tremenda responsabilidad.
Hay dos necesidades básicas para arrancar el curso con cierta seguridad que, visto lo visto, no se van a cumplir: hay que contratar más profesorado para poder minimizar los famosos ratios de alumnos por aula y, de alguna forma, buscar espacios amplios que puedan servir de aula. Si no se busca una solución a estas dos premisas antes del comienzo del curso es casi imposible ponerle una barrera al coronavirus en el ámbito educativo.
Por otro lado, es vital, por una parte, formar al profesorado en los protocolos sanitarios que se han de seguir y, por otra parte, contratar un profesional de enfermería por cada centro escolar, que se encargue de formar a los a los profesores en dichos protocolos sanitarios y que vigile su correcta evolución, además de marcar las pautas a seguir en caso de darse algún contagio dentro del mismo centro.
Además, lo más adecuado sería que se dotara de partidas presupuestarias mucho más generosas para la compra del material necesario para crear un espacio seguro para el personal del centro y los niños escolarizados. Es increíble que, por lo menos en el centro en el que yo trabajo, por ejemplo, nos hayan cedido dos termómetros para todo el centro, así como una única garrafa de cinco litros de gel hidroalcohólico.
Tampoco hay presupuesto para contratar personal que se encargue de mantener los servicios del centro desinfectados y que controle que los niños y niñas entren de uno en uno y no coincidan cuando tengan la necesidad de utilizarlo.
Estas son, a grandes rasgos, las situaciones que más me preocupan a mí, personalmente. Pero, si se fuera preguntando padre por padre, docente por docente…esta lista sería infinita.
Por eso, señores del Congreso de los Diputados, les pido que tengan en cuenta que, para que la educación este año sea segura, es necesario invertir en ella. Necesitamos que inviertan en ofrecer un curso seguro a esos niños y niñas, adolescentes y universitarios y no universitarios que vieron como el curso 2019/2020 se truncaba antes de completar el año académico y que, sin las medidas adecuadas, van a ver este curso abocado a la misma situación.