Pregunta para Cortes de Aragón
Las secuelas que sufro tras haber superado un cáncer de mama son enormes. ¿Cuándo se van a destinar más recursos a la investigación de tratamientos menos agresivos?
Me llamo Sonia, tengo 33 años y he sobrevivido a un cáncer de mama.
En mayo de 2018, cuando tenía 30 años, me hice una reducción de pecho. Durante los meses siguientes parecía que todo iba bien, hasta que en enero apoyé el pecho en una máquina mientras estaba en el gimnasio. Sentí bastante dolor, me toqué el pecho y noté un bulto. Me realizaron una ecografía y, aunque en un principio no parecía maligno, me operaron para quitármelo. Tras estudiarlo, me diagnosticaron cáncer de mama.
A continuación, me hicieron varias pruebas para determinar el tipo de cáncer y el mejor tratamiento para combatirlo. Me dijeron que lo más probable es que me tuviesen que quitar el pecho, ya que estaba bastante avanzado.
Empecé a recibir quimioterapia cada 21 días hasta completar 6 ciclos. En mi caso, el tratamiento fue muy fuerte y me dejó destrozada tanto física como psicológicamente.
Una vez finalizada la quimioterapia me realizaron una mastectomía radical del pecho afectado y un vaciado axilar, ya que todos los ganglios estaban infectados; y a los dos meses empecé con las sesiones de radioterapia, que fueron 15. Asimismo, me pusieron un tratamiento de hormonoterapia con el que estoy pasando una menopausia inducida.
A día de hoy, tengo el pecho reconstruido y puedo decir que he vencido al cáncer. En cambio, los efectos secundarios con los que convivo son enormes.
Por ello, me dirijo a las Cortes de Aragón, con el objetivo de que destinen más recursos a la investigación contra el cáncer y al desarrollo de tratamientos menos agresivos, cuyas secuelas no sean tan limitantes.