Pregunta para Congreso de los diputados
Me llamo Teresa Dávila y mi hijo mayor, que nació con Síndrome de Down, asiste a un colegio de educación especial ¡No queremos que se cierren! ¿Por qué se pone en cuestión la libertad de los padres sobre dónde educar a nuestros hijos?
Hola. Me llamo Teresa Dávila, todo el mundo me conoce como Tita, tengo 35 años, soy madre de 3 hijos maravillosos, y mi hijo mayor nació con Síndrome de Down (Síndrome del amor).
Mi hijo se llama Bosco y actualmente tiene 5 años. Acaba de finalizar 1º de infantil en un colegio de educación especial (Colegio María Corredentora). Su cole es su vida, es la persona más feliz cuando ve que estamos llegando, entra dando besos y abrazos a todas sus profesoras. Allí están los niños desde los 3 hasta los 20 años. Gracias a todo lo que trabajan con él sus maestros, Bosco ha evolucionado muchísimo en este primer año. Entró dando pequeños pasitos al andar y ha finalizado corriendo. Hasta se le ha caído su primer diente, todo un mayor. Recibe sus clases como cualquier niño de infantil y, además, tenemos la suerte de que en el colegio trabaja con profesionales de estimulación, logopedia, fisioterapia, psicomotricidad, terapias en el agua, etc. Todo aquello que le ayude a ser más autónomo día a día.
Nuestro objetivo es que Bosco sea lo más autónomo posible en el futuro. En su cole, para ello, hay una etapa que se llama ‘transición a la vida adulta’ donde, además de realizar muchas actividades que les ayudan a ello, tienen un aula que imita a una casa, donde tienen una cocina, salón, sala de estar, etc. Los profesores les enseñan a hacer la cama, recoger la cocina, hacerse una maleta… En definitiva, realizar las tareas cotidianas del hogar.
Bosco siempre ha estado en Estimulación Temprana. Para ello, desde los 6 meses, ha estado acompañado de un logopeda. El estar con terapeutas es fundamental para mi hijo, porque, por ejemplo, el logopeda no solo ayuda con las técnicas para hablar, sino también enseña a masticar, comer, respirar, etc. Es básico en la vida de las personas con Síndrome de Down.
A los 3 meses tuvieron que operarle del corazón porque, algunos niños que nacen con Síndrome de Down, suelen presentar cardiopatías como la comunicación interauricular (CIA) y la comunicación interventricular (CIV). Lo intervinieron en el hospital La Paz de Madrid y salió todo genial. Ahora, tiene que ir a unas revisiones programadas a lo largo de los años, pero son totalmente normales.
Aunque Bosco tiene una discapacidad, él es un niño totalmente feliz. Disfruta mucho con la gente que le rodea y, sobre todo, se lo pasa genial jugando con sus hermanos, primos y amigos.
Mi hijo es un luchador nato, es el más trabajador de la casa. Desde que se levanta, trabaja para conseguir sus metas, y sus logros los celebramos como victorias bien ganadas. Toda la familia estamos orgullosos y lo celebramos porque sabemos el tesón y el esfuerzo que le pone Bosco para conseguirlo. Tenemos que dar gracias a toda nuestra familia y amigos por lo que se vuelcan con él. Familia, profesores y amigos lo adoran. Siempre que está Bosco en algún sitio, hace que te lo pases bien a su lado.
A nivel personal, cuando me dijeron que mi hijo tendría Síndrome de Down, fue un shock, pero es necesario pasarlo para luego disfrutar a tu hijo al 100%. Es tu hijo.
Mi marido y yo tuvimos a Bosco al poco tiempo de casarnos y no esperábamos a ningún niño con capacidades especiales. Ese shock venía acompañado del desconocimiento en la materia del Síndrome de Down. Lo que teníamos era miedo a lo desconocido, pero luego te das cuenta de que no es nada raro, ni desconocido, ni negativo. Bosco es un ángel que ha venido para alegrarnos nuestras vidas.
Muchas familias que están en una situación similar a la nuestra se han puesto en contacto conmigo cuando dudan sobre en abortar o no. Ante esto, nosotros los invitamos a casa para que vean la realidad y la vida tan normal que tiene Bosco, porque ante todo es una persona. Intento hacerles coaching para que se den cuenta de lo bueno que tiene este maravilloso mundo. Cuando ven a Bosco, se dan cuenta de que son niños totalmente normales y les desaparece el miedo o la incertidumbre que puedan tener.
Ahora tengo en marcha un nuevo proyecto. Quiero escribir un libro contando la vida de Bosco y nuestra experiencia como padres. Pienso que así se puede dar una nueva visión sobre cómo es el día a día de un niño con Síndrome de Down. Me gustaría que tuviera bastante alcance y que, incluso, pudieran leerlo directivos de grandes empresas para que se den cuenta de que necesitan a personas con estas capacidades en sus empresas. Que se den cuenta de todas las capacidades que tiene nuestros hijos, los valoren y digan: yo quiero a personas como ellos en mis equipos. Además de que son personas muy positivas y hacen que se cree un muy buen ambiente, son muy metódicos y trabajan de manera espectacular, pero se les necesita dar una oportunidad.
Es tras mi experiencia con mi hijo Bosco y su educación, por lo que lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que no se cierren los colegios de educación especial. Estos colegios son fundamentales para nuestros hijos y, como dice su maestra, son centros de alto de alto rendimiento donde enseñan a potenciar al máximo las capacidades de nuestros hijos, y las que les cuestan más, trabajarlas para mejorar. Incluso, todos los años se les valora de nuevo para ver en qué aspecto deben de enfatizar más y trabajarlo con los alumnos.
Vivimos en España y todos tenemos que tener la libertad para elegir donde educar a nuestros hijos. Estos colegios sacan lo mejor de nuestro pequeños y no queremos sus cierres.