Un estado independiente catalán, dentro de la Unión europea, sería financieramente viable y tendría un margen de actuación superior al actual. En estos momentos nada hace pensar que la UE no aceptaría a Catalunya si esta fuera independiente. La UE ha tenido múltiples ocasiones para posicionarse públicamente respecto a este asunto y no lo ha hecho. No se puede ir en contra de la democrácia, el pueblo es soberano, y el pasado 27S el pueblo catalán decidió tener un Parlamento donde 72 diputados están a favor de iniciar el proceso hacia la independencia y hacerlo civicamente y de la mejor manera posible.Como ha quedado demostrado en el caso de Brexit, la UE en particular y la comunidad internacional en general tienen una fabulosa capacidad de adaptación al medio, si el medio cambia, se adapta, cosa que también pasaría en el caso catalán.