Hola. Me llamo Teresa López, tengo 57 años y me han diagnosticado urticaria crónica a raíz de ponerme la vacuna contra el Covid-19. 

Yo me puse la primera y la segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19, pero a las 6 – 8 semanas de ponérmela me empezaron a salir unas ronchas grandísimas por todo el cuerpo. 

Con esta situación llevo ya 2 años. He estado fatal porque me aparecen ronchas en la cabeza, en los ojos, en el hombro, es decir, por todo el cuerpo. Lo que aparece es una roncha que empieza siendo pequeña, pero poco a poco va agrandándose. 

Ha habido muchos sanitarios que me han dicho que esto es un efecto de la vacuna Pfizer, aunque los médicos no lo plasmen en el papel. En realidad su nombre técnico es ‘eritema multiforme’. 

El eritema multiforme es una reacción inflamatoria que se caracteriza por lesiones cutáneas en "diana" o en "iris". La mucosa bucal puede estar comprometida. El diagnóstico es clínico. Las lesiones suelen resolver espontáneamente, aunque con frecuencia recurren. El eritema multiforme por lo general aparece como una reacción a un agente infeccioso como el virus herpes simple o el micoplasma, aunque también puede ser una reacción a un fármaco. El tratamiento antiviral puede estar indicado en pacientes con recurrencias frecuentes o sintomáticas por virus herpes simple.

Los médicos, en primera instancia, me mandaron corticoides, pero se me disparaba el azúcar. Al final decidí acudir a mi dermatóloga y las palabras textuales que me dijo, fueron: “Es que la vacuna está haciendo muchos estragos”. 

He tenido que acudir a urgencias en varias ocasiones y he tenido que dejar de hacer algunos de mis quehaceres diarios porque no sabes cómo te vas a levantar al día siguiente. Aunque no me llega a doler, siento un escozor intenso y muy molesto.

Después de ir varias veces al médico, me mandaron a una comisión de biólogos porque mi dermatóloga me dijo que estaba muy mal y que me tenía que poner unas inyecciones para intentar frenar esta afección. Esto tenían que aprobarlo porque estas inyecciones son muy caras, pero tan solo tardaron 2 días en aceptarlo al ver cómo me encontraba. 

Me han realizado algunas pruebas, pero no son las específicas para mi patología. Ante esto, me pusieron un tratamiento durante 6 meses, pero yo sabía que, aunque me dejaron de aparecer, la urticaria quería volver a salir porque no se había eliminado completamente. Yo lo notaba. 

A los 6 meses, la dermatóloga me dijo que me suspendía el tratamiento porque ya llevaba mucho tiempo con él. Pero al quitármelo, he tenido 3 brotes nuevamente. 

Ahora tengo una nueva cita con la dermatóloga en enero porque me están apareciendo nuevos brotes. La cara se me pone fatal, los ojos cerrados, me pongo deforme. Por eso quiero que los médicos nos estudien tanto a mi como a las demás personas que están en mi misma situación, nos hagan pruebas en la sangre y vean cómo podemos mejorar nuestra vida. 

Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Parlamento de Andalucía para que haya más visibilidad e investigación para las personas a las que le han aparecido diferentes afecciones a raíz de las vacunas contra el Covid-19. 

Necesitamos que haya más visibilidad porque esto es un hecho y que, por consiguiente, nos estudien en profundidad para solventar esta situación. No nos pueden dejar como ‘sacos rotos’. 

Necesitamos recuperarnos porque nosotras antes no estábamos así. Nos hemos vacunado para proteger a toda la sociedad, pero ¿ahora quien nos protege a nosotros? ¡Necesitamos investigación y soluciones ya!