Mi nombre es Triz y quiero contar mi historia.

A lo largo de mi vida me he tenido que enfrentar a situaciones bastante duras. De pequeña en el colegio fui víctima de acoso escolar, un hecho que marca y arrastras durante muchos años de tu vida. Más tarde, con 16 años, comencé una relación amorosa con un chico que se convirtió en una relación tóxica, con violencia física, psicológica y sexual. Fueron años muy complicados en mi vida en los que surgieron miedos, traumas e inseguridades que he ido arrastrando hasta hace apenas unos años.

En 2013 comencé otra relación con mi actual exmarido, en la cual también fui víctima de violencia machista. Yo había sufrido tanto maltrato en mi anterior relación, que el ejercido por esta nueva no era capaz de identificarlo y darme cuenta de la situación. No era capaz de ver su toxicidad y violencia.

Me hice muy pequeña a su lado. Se metía con mi físico, me era infiel, me culpaba de sus problemas de adicción... Me acabó anulando como persona y llegué a terminar hospitalizada debido a un problema de salud agravado por estas situaciones. Pero le quería tanto y estaba tan enamorada que me dejé a mí misma por completo.

Incluso estando divorciada no era consciente aún de todo el dolor y los traumas que me había generado esta persona. Fue gracias a la historia de Rocío Carrasco que contó en su documental cuando me di cuenta de que había sido víctima de maltrato.

Desde aquí quiero pedir que exista más protección para la mujer. Yo no he sido capaz de denunciar por miedo, pero no debemos de tenerlo ni por el agresor ni por la sociedad.

Se debe parar de juzgar a las víctimas de maltrato, porque siempre acaban haciendo culpable a la víctima con comentarios como “¿por qué no lo denunciaste antes?”, “¿por qué no lo dejaste antes?”, “¿para qué te casas entonces?”.  Debemos luchar contra todos esos discursos de odio provenientes de la parte de la sociedad que niega la violencia machista y generadores de odio hacia multitud de colectivos.

Muchas mujeres hemos tenido que acabar marchándonos de nuestros pueblos y ciudades para que el maltratador no les haga nada, cuando los que no tienen derecho a nada son ellos. Considero necesario un endurecimiento de las penas de prisión para maltratadores, violadores y asesinos.

Lanzo esta campaña para pedir a la Comunidad de Madrid más protección para nosotras, para contar mi historia e intentar ayudar a todas las mujeres que pueden estar pasando por una situación similar. ¡No estamos solas!